El balance provisional de los daños del enésimo temporal de lluvia y granizo que azotó la provincia de Albacete este verano deja 3.000 hectáreas dañadas por el agua, la piedra y, sobre todo, el barro entre los términos municipales de Alpera, Bonete y, en menor medida, Higueruela.
Así lo daba a conocer ayer la alcaldesa de Alpera, Cesárea Arnedo, quien remarcaba que las cifras aún son provisionales «porque los técnicos no han podido entrar aún en las parcelas» ya que muchas de ellas, especialmente las situadas en la carretera provincial Alpera-Bonete, están sepultadas por una gruesa capa de barro y agua.
«Los equipos de la Diputación están despejando la carretera y la red de caminos, que en varios puntos quedaron bajo el agua -señalaba la regidora- y solo cuando el terreno se seque un poco y los accesos sean practicables los técnicos podrán entrar».
Arnedo visitó la zona, a primera hora de la mañana, acompañada por el subdelegado del Gobierno, Federico Pozuelo, y el panorama «además de desolador, a veces era chocante; hay parcelas casi irrecuperables, para este año y para los siguientes y, al lado, a centímetros incluso, otras están intactas, como si nada hubiese pasado, es casi irreal».
Como era de esperar, Pozuelo se llevó bajo el brazo una petición de declaración de zona catastrófica. Pero Alpera, aunque sea la ‘zona cero’ de la última tormenta, no es el único municipio en el que los técnicos de Agricultura, tanto los del Gobierno como de la Consejería, van a tener trabajo para bastantes días.
otros municipios. Al mediodía de ayer, la sede de Asaja en Albacete no solo tenía datos de daños de entre el 60% y el 100% en numerosas parcelas situadas en el triángulo formado por Alpera, Bonete e Higueruela. También llegaban datos de daños, cuya consideración está por evaluarse, en Liétor, Elche de la Sierra, Navas de Jorquera y en la propia Albacete, en concreto en las pedanías de Santa y Aguas Nuevas. En estos casos, los primeros partes que llegaban, según explicaban fuentes de la organización agraria, hablaban de daños en parcela de entre el 30% y el 60%.
En cuanto al cultivo más afectado, desde UPA-Albacete, su secretario, Julián Martínez, contesta sin dudar: «La viña; lo cierto es que este verano está siendo nefasto, sobre todo para la viña, porque ahora es justo cuando estamos en el momento crítico, cuando el grano debería empezar a engordar».
«Hay otros cultivos afectados - indicó- pero en menor medida, ha habido alguna superficie de trigo, puede que otros leñosos, sobre todo entre Hellín y Elche de la Sierra pero, en comparación, lo peor se lo han llevado las viñas».
De acuerdo a los diferentes testimonios recabados ayer, entre agricultores y alcaldes de los municipios afectados, la tormenta comenzó cerca de Elche de la Sierra, siguió hacia Hellín y luego siguió en dirección a Pozo Cañada, Bonete, Alpera e Higueruela.
Como despedida, ayer por la tarde, hubo un breve episodio de lluvia y granizo, de 10 minutos de duración, sobre Casas Ibáñez. Al cierre de esta edición, la alcaldesa, Carmen Navalón, decía no tener constancia de daños graves.