En coincidencia con el Año Santo Compostelano, la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago del Sureste de Caudete celebra el décimo aniversario de su albergue de peregrinos Santa Ana, un recurso de hospitalidad al peregrino que volvió a abrir sus puertas hace unos meses, tras haber permanecido cerrado a causa de la pandemia, y podría superar pronto el millar de peregrinos albergados desde su apertura en 2012.

Según explican desde el colectivo caudetano, la conmemoración ha comenzado con varias acciones de promoción, como la recolocación del panel informativo del Camino de la Lana situado en el Barrio de San Francisco, «que fue renovado por nuestra asociación hace escasos tres años y arrancado por algún desaprensivo meses atrás».

Además, la asociación desplegó   una lona conmemorativa en el balcón del albergue, una acción de que dará paso a diversas actividades, «centradas principalmente en la acogida que se ha realizado hasta la fecha y se sigue realizando en el albergue». 

Recuerdan además que, en coincidencia con el cierre temporal , la asociación realizó diferentes acciones de restauración, tanto del albergue como de la ermita al que está anexo, merced a la subvención otorgada por parte de la Asociación Americana de Amigos del Camino de Santiago. Entre ellas, se acometió la reparación de  la humedad existente en el lateral del inmueble, que se pintó para evitar que volviesen a aparecer filtraciones.

En los meses previos a la reapertura, los miembros de la asociación también se dedicaron a la adaptación del albergue para esta nueva normalidad, con la adquisición de material como sábanas desechables, fundas de fácil limpieza, mamparas o pegatinas con las que indicar las distancias de seguridad. Con ello, la instalación aplica actualmente las medidas de prevención recomendadas por el protocolo del Consejo Jacobeo del Ministerio de Cultura y Deporte que incluyen, entre otras, el uso de mascarilla, la toma de temperatura corporal, el mantenimiento de esas distancias o la máxima ventilación posible de los espacios.

Como explicaba recientemente el presidente del colectivo, Joaquín Requena, «la actividad de la asociación no paró en ningún momento, porque durante este tiempo hemos seguido recibiendo llamadas y atendiendo a peregrinos para darles información o derivarlos a otros lugares donde alojarse».