La organización agraria Asaja Albacete va a solicitar al consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, y al delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en Albacete, Ramón Sáez Gómez, la declaración como zona con adversidades climatológicas causadas por la sequía toda la provincia.
En opinión de Asaja las sucesivas situaciones de sequía que han afectado a la provincia durante los últimos años «está afectando de una manera catastrófica al sector de la agricultura y ganadería albacetense», según informa la propia organización en nota de prensa.
En ese sentido, apuntan al impacto sobre la producción agrícola del nivel de precipitaciones de 2022, señalando que 2023 fue «especialmente aciago al considerarse el peor año para el cereal de los últimos 50 años», con pérdidas de entre el 80 y el 100% de la producción, «además de provocar severos daños en otros cultivos leñosos como la viña, el almendro, el pistacho o el olivar, donde también disminuyó considerablemente la producción». Además, matizan a continuación, en el caso de los regadíos, «los agricultores están afrontando y soportando los altos costes de la energía al tener que realizar riegos desde la siembra hasta la cosecha ante la falta de lluvias».
Y es que, añaden a continuación, no podemos obviar que el coste medio de gastos por hectárea para un agricultor estaría entre los 700 y 750 euros, a lo que habría que añadir que este año se ha incrementado los costes de producción y será el segundo año donde no se vaya a segar».
La sequía, en opinión de Asaja, «ha acuciado cuando más necesitaba agua el campo en los meses de nacencia donde se recogieron 32 litros en octubre, noviembre y diciembre, y en los meses de abril y mayo cuando únicamente han caído 14 litros siendo clave estas fechas para el ahijado, la formación de la vaina o de la espiga, o el engorde del grano para tener un buen peso específico».
No obstante, advierte asimismo que las cantidades de agua no son suficientes para mitigar los efectos de los años anteriores, haciendo que «entre el 60 y 70% de las parcelas no se segarán con daños que llegarán en muchos casos al 100%, con el consiguiente añadido de un mayor gasto en esta campaña siendo ésta, por otra parte, la segunda sin recoger cosecha».
Es por ello, que finalmente desde esta organización agraria se piden medidas urgentes y se advierte que, de continuar la situación, se corre el riesgo de «que se pierda uno de los sectores de actividad económica de la provincia».