La Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui celebró su tradicional ‘Encuentro en la haima’, una cita que pretende «aprovechar la presencia de los niños saharauis en Albacete para tener un día de convivencia entre las familias, compartir experiencias», destacó el vicepresidente de la asociación, Nemesio Valcárcel.
La primera impresión al llegar al lugar sorprendía. Una enorme haima -las tiendas similares a las que viven los saharauis en los campamentos de Tinduf, de donde proceden- montada sobre el césped del Parque Lineal, una imagen que contrasta con la que ellos tienen en su día a día, en pleno desierto, en ambiente inhóspito, con falta de vegetación, de sombra y de agua.
Por eso ayer los pequeños saharauis, con sus familias de acogida y sus ‘hermanos españoles’, disfrutaban, jugaban, corrían sobre un suelo blando y fresco al que no están acostumbrados. Rostros de felicidad, la mejor prenda que reciben los albaceteños que este año los han acogido.
«Se nota que la gente este año está pasando por más dificultades, nos ha costado más encontrar casas, pero al final hemos podido ubicar a todos los niños que han venido, a los 70», se enorgullerció Nemesio Valcárcel, que comentó que durante todo el año la Asociación lleva a cabo actividades para conseguir algo de respaldo económico y, sobre todo, difusión y eso da los resultados finales muy positivos porque «en otras provincias no se han podido encontrar hogares para todos los niños».
De hecho, ayer, además de esta haima, en la zona, en la que se acercaron también muchos ciudadanos que se encontraban a la caída de la tarde en el Parque Lineal atraídos por el poco habitual escenario y por la música, se instaló un puesto a modo de tienda «para sacar algo de dinero» que contribuya al mantenimiento de la Asociación y del programa Vacaciones en Paz, y que se une a donaciones de festivales benéficos que reciben y a ayudas, como la que este año les ha concedido el Ayuntamiento de la capital.
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