Veinticinco años, tres generaciones: la marca de los cuatro aros escribió la historia del diseño con el Audi TT. Desde su debut en 1998, este deportivo ha calado hondo en los aficionados de todo el mundo gracias a la diversión que promete a los conductores y a un lenguaje de diseño único.
A mediados de los 90, la berlina de lujo A8 elevó la posición de la marca Audi a un nivel superior e inició gradualmente un cambio en la denominación de los modelos: el Audi 80 se convirtió en el A4, y el Audi 100 pasó a llamarse A6. Presentado en 1994, el A4 fue el primer modelo que adoptó el nuevo lenguaje de diseño de Audi. Le siguió el A3, lanzado en 1996, y la segunda generación del A6, presentada en 1997. En el curso del proceso de añadir más emoción a la marca a través de un diseño fresco y progresista, el diseñador Freeman Thomas creó el Audi TT Coupé, un deportivo en su estado más puro que presentó en Frankfurt en septiembre de 1995. El nombre TT hace referencia al legendario Tourist Trophy de la Isla de Man, una de las pruebas automovilísticas más antiguas del mundo.
La producción en serie se inició en 1998. Un año más tarde, la marca lanzó el TT Roadster. Al igual que el show car y el Audi A3 presentados en 1996, el modelo deportivo se basaba en la plataforma de motor transversal del VW Golf IV. Desde el principio, el TT fue producido en Hungría. Las carrocerías pintadas del TT se transportaban por ferrocarril de un día para otro desde Ingolstadt a Györ, donde tenía lugar el ensamblaje final. Este método de producción cruzada era único en la industria automovilística de la época. Fundada en febrero de 1993, originalmente sólo como planta de fabricación de motores, Audi Hungría se hizo cargo del montaje del TT en 1998, en cooperación con la planta de Ingolstadt. En 2013 la empresa evolucionó hasta convertirse en una fábrica de automóviles. Desde su fundación, Audi Hungría ha fabricado más de 43 millones de motores y casi dos millones de vehículos.
La gama de motores era amplia y deportiva. El TT de primera generación equipaba propulsores turbo de cuatro cilindros con potencias de entre 150 y 225 CV y una unidad V6 con 250 CV. Lo más destacado fue el cuatro cilindros del TT quattro Sport, que alcanzó los 240 CV y del que se entregaron 1.168 unidades. Los clientes tenían muchas opciones a la hora de elegir un equipamiento especial. Además de colores exclusivos como el Naranja Papaya o el Azul Nogaro, se podía equipar con accesorios especiales montados en fábrica. Por ejemplo, el diseño de guante de béisbol para los asientos de cuero, que originalmente llamaba la atención en el vehículo conceptual, pasó a la producción en serie. A lo largo de ocho años, 178.765 unidades salieron de la línea de producción hasta mediados de 2006. Entre 1999 y 2006 se fabricaron 90.733 unidades del Audi TT Roadster.
En las dos generaciones siguientes los diseñadores mantuvieron la reducción a lo esencial como filosofía de diseño dominante, lo que se hace evidente, en la apariencia minimalista del exterior y en el elegante interior. La forma redonda y el motivo circular siguieron siendo rasgos característicos de la gama TT y constituyeron elementos unificadores en el diseño exterior e interior. Por ejemplo, en el tapón de aluminio del depósito de combustible, las salidas redondas de los aireadores del sistema de climatización, el marco embellecedor del cambio y el pomo de la palanca de cambios.
El TT de segunda generación se lanzó en 2006 en su versión con carrocería Coupé y en 2007 el Roadster. Por primera vez se utilizaron amortiguadores adaptativos con el sistema magnetic ride. Disponible como opción, esta tecnología adapta continuamente los amortiguadores al perfil de la carretera y al estilo individual del conductor. En 2008, la compañía lanzó el TT 2.0 TDI quattro, el primer deportivo del mundo de producción en serie con motor diésel.
La tercera generación se presentó en 2014 y, una vez más, Audi aprovechó para reducir su peso. El Coupé, con motor 2.0 TFSI y cambio manual, pesaba sólo 1.230 kilogramos, hasta 50 menos que la generación anterior. En su vista de perfil, muchos detalles también recordaban deliberadamente al diseño de la primera generación.
Desde un punto de vista técnico, ofreció varias innovaciones. Por ejemplo, marcó el debut del Audi virtual cockpit, un cuadro de instrumentos digital con pantallas versátiles. En 2016 comenzó una nueva era para la tecnología de iluminación, ya que se utilizó por primera vez la tecnología OLED. La gama de motores también es impresionante: el modelo superior fue inicialmente el Audi TTS con un 2 litros turbo de 310 CV, seguido en 2016 por el TT RS, equipado con el motor turbo de cinco cilindros y 2,5 litros. Con sus 400 CV, presume de un sonido deportivo inequívoco y, además, fue elegido Motor Internacional del Año nueve veces consecutivas. Con el Audi TT RS Coupé iconic edition, limitado a 100 unidades, Audi reúne los aspectos más destacados del diseño y la tecnología de un cuarto de siglo del TT para celebrar este 30 aniversario.