La prórroga de los Presupuestos Generales del Estado este año, algo que el Gobierno de España anunció el pasado mes de marzo argumentando la conveniencia por las múltiples citas electorales (entre varias autonómicas y las europeas), se ha traducido de forma inevitable en una afección presupuestaria de las inversiones previstas, también en la provincia de Albacete.
Las principales tienen que ver con las nuevas infraestructuras y, entre ellas, algunas millonarias para las que Albacete lleva años de espera y que esta decisión implica una nueva ralentización.
Pero no son las únicas obras faraónicas que sufren el retraso, o el descarte, y que beneficiarían las comunicaciones entre Albacete y otros territorios, tanto por carretera como ferroviarias. Claro ejemplo son la Autovía a Cuenca, que en este caso le compete a la Junta de Comunidades, o el cierre de la Línea Albacete-Chinchilla-Cartagena, de la que Adif guarda silencio.
Fue en diciembre de 2023 cuando se dio el último paso en firme del proyecto de la Autovía que conectará la capital albacetense con Jaén, la A-32. Una infraestructura considerablemente más avanzada en la provincia andaluza y que aquí, por el momento, sólo tiene acabado y en uso el tramo más pegado a la capital, y el más corto (apenas 10,5 km), la Circunvalación Sur, que inauguró en noviembre de 2021 la entonces ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.
Así pues, rozando el fin del año pasado, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible formalizaba el contrato de obras del tramo enlace con la CM-313-Balazote Oeste, de la autovía A-32, con un presupuesto de adjudicación de 96,55 millones de euros. Se publicó casi en Navidad (el 21 de diciembre) en el BOE.
Este nuevo tramo tiene una longitud de 16,8 kilómetros y se construirán cuatro enlaces. Según los detalles del expediente de adjudicación, la adjudicataria, Sacyr, dispondrá de un plazo de ejecución de 36 meses (el contrato, también adjudicado, para la vigilancia de las obras establece un plazo de 39 meses) para realizar estos trabajos, por lo que tendría que estar finalizado a finales de 2027.
Lo cierto es que los PGE para 2023, que son los que están prorrogados en la actualidad, lo que contemplaban para la A-32 en esta provincia eran 6.000.000 euros, de los que 2,5 millones de euros para este tramo enlace con la CM-313-Balazote. Otros dos millones iban destinados para el tramo Balazote-Albacete, del que, precisamente en febrero de 2023, Mitma adjudicaba el contrato para actualizar (porque se había quedado desajustado por la espera) la redacción del proyecto de trazado y construcción del tramo de la A-32 entre Balazote y Albacete. El presupuesto de la obra asciende a 67 millones de euros (IVA incluido) y el tramo tendrá una longitud aproximada de 15,1 km, entre los kilómetros 331,850 y 347,000 de la N-322.
Tres de seis. Cuando el proyecto de ese tramo esté redactado, habrá que sacarlo a licitación, adjudicar las obras y ver con qué partida presupuestaria cuenta, algo para lo que no hay fecha. Tampoco para el resto de tramos pendientes.
Seis son los tramos de los que consta la A-32 en la provincia de Albacete. A los tres en los que se ha avanzado algo -en mayor o menor medida-, se unen otros tres prácticamente paralizados.
Dos de ellos, incluso, con el proyecto caducado: el que va del límite de la provincia de Jaén a Reolid (21,3 km) y el que va de Reolid a Robledo (18,7 km).
Faltaría el que conectará Robledo con la CM-313 (20,2 km), del que en marzo de 2023 (año y tres meses), Mitma afirmaba (en su web) que ya estaba estando en redacción el proyecto pertinente. Hasta la fecha, no hay nuevas noticias sobre este tramo.
Como sin noticias está la provincia también sobre qué va a pasar con la conexión por autovía con Cuenca, infraestructura competencia de la Junta de Comunidades. De hecho incluyó, para sus Presupuestos de 2024, una partida de 100.000 euros.
Un escaso respaldo para la 'vía de alta capacidad entre Cuenca y Albacete' en lugar de llamarla como se conocía hasta hace pocos años, Autovía del Júcar.
Se indica lo de años, porque este proyecto colea desde hace dos décadas. Permitiría aprovechar el corredor de la N-320 y reducir unos 10 kilómetros y unos 40 minutos el trayecto entre ambas capitales.
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