«'El Miedo' es un libro muy honesto, sin pretensiones»

Antonio Díaz
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Librería Popular de calle Octavio Cuartero acoge hoy, a las 19 horas, la presentación de El Miedo, de María Hesse, que conversará con la escritora y cantante María Dolores García Rozalén

María Hesse. - Foto: Cristina Valbuena.

Librería Popular de calle Octavio Cuartero  acoge hoy, a las 19 horas, la presentación de El Miedo, de María Hesse, que conversará con la escritora y cantante María Dolores García Rozalén. La ilustradora y autora comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de la obra. 

¿Por qué se fijó en el miedo?

Llevo cuatro años trabajando en el libro. Empecé a dibujar, algo que necesitaba, y luego fue apareciendo el texto, sobre los miedos que estaba transitando. 

Los miedos, unos se heredan y otros los aprendemos. ¿Es así?

Eso ha sido parte de mi aprendizaje. Claro, creo que hay miedos que no sabemos muy bien de dónde vienen y otros que vamos aprendiendo conforme nos van sucediendo las cosas, como vamos viviendo.  

¿Le llevó alguna experiencia en concreto para ilustrar el miedo?

Era un momento en el que yo sentía mucho cansancio y había algo que inquietaba y no sabía muy bien qué era lo que pasaba y para mí dibujar siempre ha sido una forma de soltar, de sentirme tranquila y encontrar, de alguna manera, un refugio, en un sitio que es único para mí. Luego empecé a ir a terapia porque me di cuenta que había algo que, de alguna manera, me estaba haciendo sentir mal y necesitaba entender.  

A través de la ilustración, ¿también se pueden vencer esos miedos?

Creo que a través del arte podemos vencer nuestros miedos, no solamente como creadores, también como consumidores, porque la cultura nos ayuda muchas veces, como espejo a reflexionar y a mí me pasa. El arte y la cultura tienen ese poder. 

¿Cómo son estas ilustraciones de El Miedo?

El Miedo es un libro honesto, sin pretensiones, con ilustraciones que salen de dentro.  

Incluye una lista...

Sí, creo que muchos de estos miedos son comunes; otros lo son menos, pero creo que los hay muy compartidos, universales. Por ejemplo, el miedo a la muerte, los hay inherentes al ser humano. Hay algunos que me aterran más desde que soy madre, porque de repente tengo más responsabilidad. 

¿Cómo le dio forma a los textos?, ¿un trabajo junto a las ilustraciones?

Ha habido un poco de todo, primero empecé dibujando, luego dibujando textos, canciones, poemas de otras personas, escritoras. Comencé  con el cómic y luego fui escribiendo y dibujando textos. Ha sido un proceso creativo muy variado y tampoco es que escribiera en orden. Sí que sabía cuál iba a ser el principio y el final. Ha sido una forma de creación muy diferente a los libros anteriores.  

¿Como un soporte en este caso concreto?

Sí, ha sido una ayuda, un soporte más para entenderlos.

Renueva su estilo también. 

Creo que sí, porque es un libro muy diferente.  

¿Muy distinto a Malas mujeres, de 2022?

Totalmente, porque tanto El placer como Malas mujeres  eran ensayos y esta no es un ensayo, ni es una biografía. Aquí hay cómic, por ejemplo, que no estaba en mis trabajos anteriores; hay un relato, hay una historia de ficción, mezclándolo con mis miedos personales. Es una obra muy diferente a lo anterior.  

Aunque es muy personal, ¿pensó en sus lectores?

En este caso no, es un libro en el que estaba trabajando y cuando volvía a casa, con mi familia, pensaba el por qué de seguir haciendo este libro y me preguntaba quién lo iba a leer y qué interés podía tener. En ese sentido, la verdad es que la repercusión ha sido muy positiva, en las lectoras, sobre todo, y eso evidentemente me gusta, pero realmente es un libro que hice desde de la necesidad, tanto si hubiera sido publicado o no, aunque tengo la suerte de tener una editora que confía en mi trabajo y que me apoya todo el rato. 

Es algo que todos compartimos de alguna manera.

Claro, aunque es verdad que hay miedos estructurales,  universales y otros que van asociados a un contexto o a una clase social. Yo no podría  decir que los miedos que aparecen en mi libro son los de todas y todos, porque hay realidad mejores que la mía y personas con un contexto mucho más vulnerable.