Blas, Tiburcio, Alfonso y Pepe Cano representaron a Molinos Cano SA en la presentación de los galardonados en los XXIV Premios San Juan, poniendo de relieve el arraigo familiar de la ganadora en la categoría de Empresa Tradicional.
Con sede en Higueruela, lleva más de 60 años elaborando harinas de trigo de la máxima calidad. «En nuestro afán por fabricar harina que destaque entre el resto, hemos conseguido un reconocimiento general de nuestros clientes», destacan desde la compañía, indicando que «nuestra misión y visión desde los inicios, es ofrecer productos naturales de la mejor calidad, por lo que hacemos todas nuestras harinas sin aditivos, sin química, mezclando los mejores trigos del mercado».
Molinos Cano cuenta con un laboratorio propio, equipado con los últimos avances tecnológicos, dónde se realizan los análisis y se seleccionan los mejores trigos que se adecuan para la elaboración de los distintos tipos de harina, contando con más de 10 en la actualidad,
Esta industria tiene su origen en torno a la década de 1940, a partir de un antiguo molino de piedra ubicado en el mismo lugar que actualmente ocupa la empresa a día de hoy. No será hasta la década siguiente cuando los actuales propietarios se hacen cargo de la pequeña fábrica en la que se había transformado el molino, que disponía de tres molinos de cilindros de 50 centímetros de longitud con una capacidad de molturación de seis toneladas diarias.
Es a partir de entonces cuando esta sociedad se pone como objetivo la modernización progresiva de sus instalaciones, tanto en maquinaria como en capacidad productiva, para estar a la vanguardia del mercado en unos años en los que la desaparición de fábricas de harina, por ineficientes y obsoletas, estaba a la orden del día.
La apuesta más importante de la historia de Molinos Cano se produjo en el año 2000 con la inauguración de una instalación de nueva planta con la más moderna tecnología que permitió un alto grado de automatización y una molturación diaria de 160 toneladas. Un año después se convierten en una de las primeras harineras en conseguir la certificación de calidad ISO 9001.
Otro aspecto a destacar de los valores de la empresa es la satisfacción de contribuir al desarrollo local, con los puestos de trabajo que generan. Actualmente cuentan con 20 trabajadores en plantilla, de los que 17 son de Higueruela.