Los matrimonios religiosos han disminuido de manera considerable en la última década. En 2013, un total del 44% de las bodas eran de carácter religioso, mientras que en la actualidad se sitúa en el 28%.
Un descenso de 16 puntos porcentuales que ha recogido el último esutido de TBS Education que traza una panorámica general a cerca de los 'Matrimonios en España'. Con una sociedad cada vez más secularizada, las nupcias civiles ganan adeptos en Castilla-La Mancha; si en 2013 eran el 56% de las bodas, ahora son siete de cada diez los castellano-manchegos que eligen casarse por lo civil.
En otras regiones, como la Comunidad Valenciana, el descenso es menos pronunciado y alcanzan el 11% más de bodas civiles en detrimento de los matrimonios religiosos. La realidad de Castilla-La Mancha es distinta a la de otras autonomías del entorno, a pesar del descenso de los matrimonios religiosos los casamientos por la Iglesia siguen estando por encima de la media española (actualmente se encuentra en el 19%).
El experto en comportamiento del consumidor y neuromarketing, Edgar Sánchez, explica que la diferencia entre los ciudadanos de distintas comunidades autónomas a la hora de elegir el tipo de rito nupcial se debe en el 47% de los casos al PIB per cápita. «Aparentemente, si las personas tienen más ingresos, se casan por el rito civil», pero, adiverte Sánchez que «el PIB no es un indicador genuino de los ingresos».
Situación media del país. España tiene una de las medias de casamientos más bajas de la Unión Europea. Los datos recogidos por este informe destacan que, en la última década, en territorio nacional han habido 3,3 bodas por cada mil habitantes, mientras que la media europea alcanza el 4,1. En contraposición, países del norte de Europa, como Alemania, mantienen este promedio en las 5 bodas por cada mil habitantes.
Según explica Sánchez, «aunque los matrimonios están en auge», en estos países, «las ratios son bajas debido al descenso de la población» A nivel nacional aún no se han recuperado el número de bodas que había antes de la pandemia de la Covid-19.
Los resultados del estudio certifican que todavía no se ha alcanzado el ritmo de casamientos que había en 2019, situándose la ratio en 3,5 bodas por cada mil habitantes. Además, los españoles se casan a una edad más avanzada que el conjunto de la Unión Europea y de países de nuestro entorno y mediterráneos como Portugal, Francia, Italia o Grecia.
Las mujeres españolas dicen el «sí quiero» a los 33,4 años de media y los hombres a los 35,6. En Grecia, esta cifra bajan hasta los 30,3 años, para ellas, y los 33,2 años, para ellos.
En general, las mujeres se casan con parejas más mayores, siendo la media de edad del primer matrimonio de las europeas los 31,8 años y en el de los europeos de 34,2. Sánchez revela que los resultados «son un reflejo más de las tendencias demográficas y sociales del continente y permiten ahondar profundamente en las particularidades culturales, económicas y sociales de cada país».