Fue en el año 1984 cuando entró en funcionamiento el Centro de Atención a la Salud (CAS) dependiente entonces de la Diputación Provincial de Albacete, una vez la institución provincial cedió a la Seguridad Social el nuevo edificio e instalaciones del Hospital Provincial hoy Hospital General, en el solar ocupado por el antiguo Hospital San Julián.
No fue hasta ya entrada la década del 2000 cuando después de un arduo proceso de negociación la Diputación traspasó definitivamente las competencias de este centro sanitario al Sescam. Ahora 37 años después este centro, que en su época de apogeo se convirtió en todo un referente de la asistencia sanitaria en la ciudad, con vida propia, pero como complemento del Hospital General, pasará a formar parte de la historia de Albacete, con el inicio de su demolición completa que ayer arrancó de manera controlada, y que será el pistoletazo de salida del Plan Funcional de las obras de ampliación y reforma del Complejo Hospitalario.
Sin embargo, su demolición estaba programada antes de las elecciones de 2011, con el inicio de las obras del entonces Plan Director de reforma del Hospital General, que en 2012 quedaron suspendidas por decisión del Gobierno de la comunidad autónoma, entonces gobernada por el PP. Después en mayo de 2019, también en la antesala de otras elecciones, las máquinas entraron en el complejo para derribar el edificio, pero quedó en un derrumbe parcial de una mínima parte de la estructura.
Eso sí el inmueble no perderá su esencia porque en su lugar se levantará un edificio nuevo del centro hospitalario que conectará con el edificio matriz y permitirá duplicar la superficie hospitalaria.
El CAS llegó a albergar en su interior numerosos servicios y dependencias, desde un centro de salud, el Zona 1; un área de hospitalización general con 54 camas y con un área quirúrgica (dos quirófanos y un zona de despertar postoperatorio); en el sótano de este edificio se ubicaba la zona de hospitalización psiquiátrica de agudos (hoy en la cuarta planta del Hospital Perpetuo Socorro), al tener en esa época la Diputación las competencias psiquiátricas (repartidas entre la Unidad Residencial Rehabilitadora de Las Tiesas, para enfermos crónicos, y el CAS, para agudos).
El CAS también albergó en sus orígenes las aulas de formación de la Escuela Universitaria de Diplomados de Enfermería, que muchos años después se transformaron en las aulas docentes de los futuros médicos.
En su última época antes de su desalojo definitivo, el Centro de Atención a la Salud recuperó algunos espacios ante la falta de sitio en el General, como las consultas de Medicina Preventiva y Salud Pública, los despachos de los sindicatos, Salud Laboral, las extracciones de laboratorio y electrocardiogramas, la formación de la Facultad de Medicina, y otras áreas de administración y comunicación.