En 2017 La Tribuna de Albacete recogió en sus páginas que Lucía Alfaro Córcoles, entonces con 14 años,  estudiante de cuarto de Danza Clásica en el Conservatorio Profesional José Antonio Ruiz de Albacete, viajaba a Alemania, becada para estudiar en la prestigiosa Escuela Estatal de Berlín. El sueño de Lucía se hizo realidad, tras acabar sus estudios y dar el salto al  Ballet de Chemnitz, posteriormente se trasladó a Ostrava y ahora, completa otro importante peldaño en esa carrera, va a Ballets de Monte-Carlo, la compañía de la Ópera de Montecarlo y se incorpora ya, en septiembre.

Estudió en los dos conservatorios de Albacete. 

Sí, hice el Elemental en el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Albacete, donde comencé con ocho años, con todos mis profesores, a los que quiero un montón y sigo en contacto con ellos, transmiten como una energía muy positiva siempre. Luego seguí en el José Antonio Ruiz, pero con 14 años tuve la oportunidad de hacer una prueba en Berlín, en la Escuela Estatal, y me cogieron, donde estuve hasta los 19 años, que terminé mi carrera, con un Grado en  Bachelor, en Artes Escénicas. De ahí directamente, me fui al sur de Alemania, a una ciudad que se llama Chemnitz, en 2022. 

¿Cómo fue esa experiencia?

De repente, vives sola. Ya sabía alemán, por esa parte no fue complicado, aunque sí es verdad que me costó más adaptarme, aunque estaba muy contenta, porque pisé mucho escenario, ya que allí, al mes se hacen al menos 12 representaciones, que es bastante, pero no sentía que estaba del todo feliz, así que volví a hacer las maletas y me fui a República Checa, a vivir otra aventura.  

¿No le gustó el ambiente en esa ciudad, en Chemnitz?

No me sentía del todo bien, así que decidí volver a probar. Creo que mi filosofía, desde que salí de la Escuela ha sido probar, ver qué me gusta y dónde encajo. 

¿Dónde fue?

Me fui a Ostrava, que hace frontera con Polonia, algo alejada de Praga. No me costó mucho adaptarme porque son muy parecidos a los alemanes y, personal y profesionalmente, creo que me ha hecho aprender muchísimas cosas. He bailado ya papeles más importantes, por ejemplo en El lago de los cisnes bailé los dos grandes cisnes, sola en el escenario. Claro, eso es una oportunidad que valoro mucho de este año, que me ha hecho crecer como bailarina.  

¿En Alemania estaba en el cuerpo de baile?

Sí, en Alemania estuve en el cuerpo de baile, bailé muchísimo, porque la cultura está muy apoyada. En Ostrava también formé parte del cuerpo de baile, pero a la gente que despunta, le dan también  oportunidades. Incluso, he bailado óperas, lo que me divierte muchísimo, claro ha sido algo totalmente diferente que te hace, como decía, bailar divirtiéndote,   no con tanta exigencia. Bueno, con mucho compañerismo. 

¿Cómo fue esa experiencia en la República Checa?

En Ostrava la experiencia ha sido mejor, porque me han dado ballets más importantes, aunque es verdad que allí se bailaba un poco menos, pero he podido hacer ballet y danza contemporánea. Hemos hecho como mitad y mitad, con ambas disciplinas me encuentro cómoda, no sólo tienes que bailar danza clásica, porque me gusta la versatilidad y creo que es importante para una bailarina ser versátil y eso tendría que enseñarse también en las escuelas e inculcarse, desde pequeña, moverte en muchos ámbitos.  

Ahora en Mónaco. ¿Por qué decidió cambiar?  

Mi idea era quedarme en Ostrava otro año y no había hecho audiciones porque me concentré en estar más presente allí y disfrutar con las oportunidades que me habían dado, pero sí que es verdad que esta compañía de Montercarlo, cuando salió la audición, en marzo, me impactó mucho, me gustó porque es totalmente diferente a lo que estoy acostumbrada a hacer estos dos años, porque viajan mucho. Ballets de Montecarlo hace tres, cuatro representaciones en Montecarlo y luego tienen como ocho giras por todo el mundo y eso es totalmente diferente a lo que he estado haciendo. 

¿Qué supone para su carrera ese nuevo cambio?

La prueba la hice hace nada, como semana y media. No me lo creo todavía porque siento que es un paso muy importante a nivel de vida, porque es una compañía muy importante en Europa y, como calidad de vida allí creo que va a cambiar muchísimo;fui a hacer la audición el 14 y 15 de junio y ya lo comprobé. Me enseñaron una pieza del director,  Jean-Christophe Maillot, Opus, hice la audición y me cogieron, así que me incorporaré el 2 de septiembre.  Me van a dejar un apartamento un par de meses, para poder acostumbrarme y buscar tranquilamente. 

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