En el marco de la celebración de la Semana Educativa de Emprendedores de Castilla-La Mancha, que por tercer año consecutivo ha organizado la Asociación de Profesores de Economía de Castilla-La Mancha y la UCLM, el economista José Carlos Díez, habitual de cadenas como la Sexta TV, ofreció algunos consejos a los futuros emprendedores y presentó su libro La economía no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla.
Díez indicó que la apuesta de que deben realizar los emprendedores tanto de la provincia de Albacete como de Castilla-La Mancha pasa más que por la innovación pura por la modernización de las empresas actuales ya implantadas. «Ya hay tecnología disponible en el mercado y a buen precio que se puede incorporar a empresas albacetenses y castellano-manchegas para hacerlas más competitivas y crear más empleo, evitando de esta forma que los jóvenes emigren».
En este sentido, para Díez, la economía albacentense y regional pasan en gran medida por una apuesta decidida por la industria agroalimentaria, que reconoció que en los últimos años ha evolucionado y se ha reformado de manera notable, pero mejorando la calidad, el diseño y la logística «se consigue un mejor posicionamiento en los mercados».
El economista José Carlos Díez se refirió a que la tesis que plantea en su libro más bien es justo lo contrario al título del mismo, es decir, «que hay gente que es muy rica pero se suicida porque es una desgraciada, de tal forma que el hecho de que las cosas te vayan bien no te garantizan la felicidad, pero cuando van mal sí que hay mucha infelicidad». Díez aseguró que no hay gestión de la economía por el actual Gobierno de Mariano Rajoy, ya que todas las políticas que han tomado han sido impuestas por el rescate o siguiendo las recomendaciones del Consejo Europeo. En su opinión, «la política económica española está impuesta desde Bruselas».
En este sentido, el ponente mostró su preocupación «porque el PPno tiene un proyecto y si seguimos por el camino actual hay que recortar un 25% las pensiones», por lo que subrayó su convencimiento de que hay tiempo todavía para cambiar las cosas, «para hacer otro tipo de políticas». El conflicto catalán, a su juicio, tampoco ayuda a que repunte la economía «porque introduce un componente de incertidumbre».
Además, desde el punto de vista económico, «no lo veo, porque la Seguridad Social no funciona allí como tampoco en España, hay un agujero económico y un desfase importante».