Descubren un quinto sector 'virgen' en la Cueva de los Chorros

E.F
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Un equipo de más de 50 personas llegadas de toda España trabajó durante seis días y consiguió que dos espeleobuceadores accediesen a la zona todavía virgen

El premio a tanto esfuerzo es ser los primeros en estudiar y admirar las cavidades creadas por la naturaleza a lo largo de millones de años. - Foto: Extopocien

Son las 13,10 horas del jueves 2 de mayo de 2024. En la superficie, el loco mundo sigue su curso; el alcalde de Albacete inaugura la renovada Feria Expovicaman; Castilla-La Mancha sigue a la gresca con Valencia y Murcia por el Trasvase; en Cataluña, hay campaña electoral y en Ucrania y Gaza caen bombas.

Nada de eso importa cuando estás a 40 metros de profundidad, y acabas de atravesar el Sifón Naranja. Es justo lo que acaban de hacer dos espeleólogos, Javier Ruberte y Carlos Munuera, que emergen para descubrir una maravilla de las que quita el aliento.

Ante ellos, está el quinto sector de la Cueva de los Chorros del río Mundo. Lo que ven les hace olvidar el peligroso recorrido de 40 minutos que acaban de hacer, por un túnel sumergido, por agua dulce, pura, transparente y a sólo nueve grados de temperatura.

Durante un par de horas, disfrutan del privilegio de ser los primeros seres humanos que pisan el sistema de galerías aéreas que componen el sector, atravesadas a su vez por el cauce del río Mundo. Después, toca volver para compartir su alegría con sus compañeros.

A su vuelta, comienza un laborioso regreso. De hecho, para que Javier y Carlos alcanzaran un lugar donde nadie había podido llegar, había hecho falta un enorme trabajo logístico y coordinación, así como la participación de un equipo formado por 20 personas.

Para llegar al punto donde comenzó la inmersión, hicieron falta tres horas, sólo desde la Sima Hinneni hasta el Sifón Naranja. Para volver, se tardó mucho más, pues el último espeleólogo salió a la superficie, a las nueve de la noche, tras casi 12 horas de trabajo.

Organización. Juan Antonio Hinnein es uno de los responsables de toda la organización que hay detrás de este último descubrimiento. Es el secretario de Extopocien, un grupo de espeleólogos de Albacete, Alicante, Murcia y Valencia.

«Nuestro objetivo es estudiar la Cueva de los Chorros, de la que hasta ahora se habían cartografiado cuatro sectores, cada uno de ellos separado por un sifón, y que suman 40 kilómetros», explica, «y ahora se ha descubierto el quinto».

Los sectores son zonas de galerías en las que hay cámaras de aire.  Entre ellos, están los sifones, galerías anegadas por completo que son imposibles de atravesar sin el uso de equipos de espeleobuceo, que hay que llevar a mano.

«La Cueva de los Chorros es la más grande que hay en su género  en la mitad sur de España y es una de las más complejas», explica, «y tanto es así, que se ha investigado   de forma sistemática durante más de 40 años y no se le ve el final; con suerte, si mis nietos se dedican a esto, puede que ellos lo vean».

Una de las dificultades para explorar la Cueva de los Chorros es que no es una tubería recta. «En realidad, se parece más a un gran colector con un sinfin de ramificaciones», señala Salvador Ingles, del Centro Excursonista de Cartagena .

En ocasiones, alguna de las cavidades aéreas se comunica directamente con el exterior, por pozos que conducen a hasta la superficie y permiten ir más rápido. Pero si no hay un acceso de este tipo, se va   sector por sector, paso a paso.

«Es una cueva tan compleja, que   está dividida por zonas y cada zona   se asigna a un equipo de espeleólogos, nadie puede abarcarla solo», indica Ingles, «y las inmersiones son muy exigentes, requieren un alto nivel de preparación».

La zona donde tuvo lugar esta última inmersión está a 40 metros de profundidad, pero a 1.300 metros de altura sobre el nivel del mar. «lo que, para una persona, equivale a bucear en el mar a una profundidad de 52 metros».

Tras esta operación que duró seis días -del 30 de abril al 5 de mayo- y en la que intervinieron más de 50 personas en la superficie y bajo ella, aún queda por explorar el nuevo sector y luego ¿quién sabe?.