Editorial

La amnistía comienza a generar la fragmentación de la sociedad

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El secretario general del PSOE debe reflexionar ante las consecuencias que puede generar en la sociedad

Los partidos de derecha de España vivieron ayer una jornada de movilizaciones en contra de la amnistía a los políticos catalanes condenados por el 1-0 que pactan estos días el PSOE, junto con los partidos independentistas, ERCy Junts. El objetivo no es otro que reeditar el Gobierno frankenstein con el socialista Predio Sánchez al frente.

En el Comité Federal de su partido, el secretario general del PSOE eliminó todos los eufemismos utilizados hasta ese momento para hablar abiertamente sobre el asunto. Es más, Sánchez aseguró que «es la única vía de que haya un Gobierno». El líder socialista sentenció que «En el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Cataluña».

En la jornada de ayer, dos convocatorias para sendas protestas, una, del Partido Popular en Málaga, y otra de Vox en Madrid, dejaron a las claras que los partidos de la derecha van a presionar hasta el último momento para intentar volver a una cita electoral, ante la debilidad de un pacto de Gobierno multibanda que genera inestabilidad política en el país.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, lanzó un mensaje claro y directo a «la izquierda constitucionalista» que no comulga con la amnistía y les tendió la mano para que se unan al PP para pedir nuevos comicios. «La amnistía surge de la reconciliación, no genera reconciliación», sentenció el líder popular.

Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, se postuló en contra de la amnistía y aseguró que no la permitirán ante unas 100.000 personas congregadas en la plaza de Colón.

La amnistía ya intensificó la polarización de España sin ser un hecho consumado, por lo que las tesis que sostiene Pedro Sánchez se caen ante los acontecimientos de este fin de semana. El fin no justifica los medios y el secretario general del PSOE debe reflexionar ante las consecuencias que puede generar en la sociedad, ya no sólo catalana, sino también del resto de España. El riesgo de una reedición de las dos españas está latente y la fragmentación de la sociedad es una posibilidad real en estos momentos.

El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fue el único que intentó poner un poco de cordura en el Comité Federal del partido socialista, pero su acatamiento del resultado final hace que sus palabras queden en agua de borrajas.

Nos encontramos ante un dilema trascendental para el futuro de España. Si sale adelante la amnistía, Pedro Sánchez será reelegido presidente del Gobierno, pero el coste será enorme para el país y hay que sopesar si el Estado lo puede soportar.