El Albacete salió con muchas ganas de lavar su imagen y ofreció un partido mucho más sólido, aunque no fue suficiente para ganar. Quiles adelantó a los locales en la primera parte pero en la segunda el Córdoba encontró el camino para generar peligro y acabó por llevarse un empate, su primer punto como visitante, gracias al golazo de Jacobo González. 

Alberto González realizó algunos cambios, algo previsible tras la goleada frente al Deportivo. Lizoain regresó a la portería, lo mismo que Jaume Costa la lateral zurdo y Diego González al centro de la defensa. Se la jugó con el tocado Jon García y mantuvo a Álvaro Rodríguez, lo mismo que el centro del campo donde Riki y Ale Meléndez ganan protagonismo cuando el equipo decide jugar la pelota con criterio en lugar de darle pelotazos arriba. Higinio como referente ofensivo, Lazo para poner calidad, Agus Medina jugando de todo y Quiles de nada, porque el delantero onubense no parece atravesar su mejor momento.

El caso es que el Albacete salió con las ideas claras y bien posicionado, todo lo contrario que el Córdoba, al que le costó entrar en juego. Alos cuatro minutos llegó la primera ocasión local, con una buena jugada y la dejada para la entrada franca de Jaume Costa por la izquierda, pero su disparo se marchó demasiado cruzado. 

Como declaración de intenciones estaba bien, porque se veía un Alba dando un paso adelante en la intención de controlar la pelota y no dejar jugar a su rival. La presión realizada por los manchegos maniataba a un Córdoba que no podía pensar y cometía muchos errores. Además, el cuadro manchego trataba de aprovechar la candidez del joven lateral Álex López, jugador del filial que aparecía por primera vez con el primer equipo andaluz debido a las bajas en el lateral zurdo.

Tardó casi 15 minutos en espabilar el Córdoba, pero sus acercamientos no generaban demasiado peligro sobre la portería de Lizoain.

A los 20 minutos llegó la lesión de Jaume Costa, que recibió una dura patada al quitarle el balón a un jugador del Córdoba cuando iba a rematar dentro del área. Rápidamente sus compañeros vieron la gravedad de la acción y solicitaron el cambio al banquillo, lo que confirmaron después los médicos, teniendo que entrar Juan María Alcedo.

Costa siguió siendo atendido en la banda tras salir en camilla y finalmente se  retiró al vestuario, al menos, por su propio pie.

Las acciones de peligro se seguían produciendo en el área del Córdoba, pero la puntería brillaba por su ausencia en el cuadro manchego. El equipo de Alberto González estaba mucho mejor con Riki y Ale Meléndez tomando el mando de la situación y el centrocampista ovetense estaba además ofreciendo sus mejores minutos de la temporada.

Tras una preciosa jugada de ataque Marvel derribó en el área a Lazo, con el consiguiente penalti, que no dudó en señalar el colegiado asturiano González Díaz.

Quiles cogió la pelota y en el ambiente muchos se acordaban del penalti a lo Panenka que falló en Málaga. En esta ocasión lo tiró fuerte, pero demasiado centrado, por lo que lo paró Carlos Marín, pero la pelota se quedó muerta en la misma línea de gol y el propio Quiles, que había visto que su lanzamiento no iba muy bien, llegó lanzado para remachar la jugada y poner al Albacete por delante en el marcador.

El gol sentó bien al equipo local, que siguió llegando al área de su rival con opciones, pero los remates seguían sin encontrar portería, como uno de Riki mordido que se marchó también fuera.

Lazo hacía una jugada de crack, llegado hasta el final y entrando por la línea de fondo para dejar un pase de la muerte al que no llegó Higinio para después Quiles enviar un remate franco a las nubes. Con buenas sensaciones y arriba en el marcador acababa la primera parte, con una grada entregada, como siempre, al equipo, cuando el equipo tiene intención y juego.

Del descanso salió el Albacete con mucha fuerza y Lazo haciendo jugadas de gran calidad en el ataque manchego.

De pronto llegó la caraja y el Córdoba tomó el mando del partido. Tras un par de llegadas peligrosas al área, el respetable quiso demostrar su apoyo con gritos de ánimo para que su equipo recuperase la compostura y, por ende, la pelota.

El partido se había abierto, con un toma y daca que no interesaba al Albacete, por lo que Alberto González movió su banquillo metiendo a Rai Marcha, Morcillo y Juanma por Agus Medina, Lazo y Quiles. Los cambios le dieron al Alba la frescura que necesitaba, pero el Córdoba seguía percutiendo sobre la portería local y en una jugada sin aparente peligro, Jacobo González se sacó un disparo duro y seco ante el que Lizoain no pudo hacer nada para evitar el gol.

En el tiempo añadido, Morcillo tuvo la más clara, pero Carlos Marín atajó y el partido acabó con un empate insuficiente.