El chelista albacetense Francisco Javier González Navarro ofreció ayer un nuevo concierto A Cello por Navidad, dentro del ciclo Navidad Cultural. El músico, después de su reciente éxito en formación de dúo, con Capriccio Ibérico en Las Matinales del Capitol, comentó a La Tribuna de Albacete, cómo afronta una nueva etapa, tras su paso Royal College of Music de Londres, donde terminó su Artist Diploma.
¿Qué programa interpretó?
La idea era mezclar ambos mundos, combinar y como toqué solo, lo que hice es escoger las obras más famosas del chelo, las suites de Bach, la primera y la segunda, un compendio de danzas, pero también intercalé villancicos ingleses, ya que acabo de terminar de estudiar en Londres, los tengo muy frescos y hay mucho repertorio. Fueron para este concierto unas suites cargadas de Navidad.
¿Qué cursó en Londres?
Terminé el último curso que se puede hacer en Artes Escénicas, que es el Artist Diploma en el Royal College of Music de Londres, hice ese máster de Interpretación con la Principal de la London Symphony Orchestra, Rebecca Gilliver, y lo realice concretamente cuando vine de Holanda, donde también estuve un año, porque quería complementar mi formación en otro centro. Realicé audiciones en el Royal College, con una beca completa para hacer el Artist Diploma, que acabo de terminar, y me he graduado con distinción, tocando con ese chelo famoso un W. Foster de 1904 que pertenece a Carlos de Windsor, príncipe de Gales.
¿Regresará a Londres?
No, veo cómo está el mundo cultural después del Brexit y si bien es verdad que los conciertos están volviendo y, poco a poco la industria resurge, con muchas ayudas del Gobierno, lo que percibo es que el famoso Brexit está restringiendo la libertad de movimientos, pero sobre todo, la calidad musical en Inglaterra. En los Proms este año, hay orquestas de segunda, tercera fila, cuando antes traían a las mejores.
Al final, la riqueza y multiculturalidad que tenía Londres e Inglaterra en este sentido pierde. Londres es, además una ciudad complicada, por eso tomé la decisión de volver, en primer lugar porque me tiraba mi tierra, se vive muchísimo mejor y se trabaja muy bien. Mi objetivo ahora es estudiar un doctorado.
¿Dónde se plantea hacerlo?
Lo quiero hacer en Madrid, posiblemente. Si no puede ser en España, me iría a Estados Unidos, pero en ese caso tienes que ir apoyado por una buena beca.
Ahora mismo me estoy dando cuenta que hay muchísima oferta y el trabajo se puede encontrar. Los conciertos se consiguen si uno persevera y hay sintonía con los gestores culturales y los patrocinadores. Si uno trabaja, da fruto y también tengo mis clases de chelo online y me han llamado para hacer una gira por toda España, tocando Nabucco con una compañía de ópera.
¿Notó ese cambio de condiciones en España?
Seguro, me parece que incluso tiene más cosas que ofrecer que Inglaterra porque, al final, Londres es una ciudad inmensa, con muchísimos conciertos, pero en España, por su diversidad cultural, por todos los espacios que hay, veo grandes posibilidades.
¿Prefiere cámara u orquesta sinfónica?
Mira, la BBC me lo preguntó cuando grabé para el documental del príncipe de Gales, porque tocaba su instrumento, el W. Foster de 1904, y les dije que me daba por satisfecho con ser cada día mejor músico. A mí me encanta la orquesta, tocar ópera, programa sinfónico, pero también la música de cámara es mi pasión. Lo que aprecio del mismo modo, porque lo estoy haciendo mucho y me enseña, es tocar solo o en dúo, con piano, guitarra. Al igual que el concierto que hice en este programa Música a pie de calle, ahí estás tú y tu audiencia y tienes que gestionarlo y hacerlo muy bien.