Ésta es la saga de la industria eólica en Albacete, un sector que está a punto de soplar sus primeras 40 velas en estos lares y que comenzó con un minúsculo aerogenerador, una 'molineta' casi de juguete.

En 1984, los responsables de los Servicios Agropecuarios de la Diputación, los antecesores del actual ITAP, recibieron una curiosa petición de la Consejería de Industria de la Junta de Comunidades.

Fue la primera vez que se oyó en esta parte de La Mancha la palabra 'aerogenerador'. Una empresa vasco-catalana, Ecotecnia, quería probar en los Llanos de Albacete uno de los primeros modelo operativos.

Se llamaba '12/15'. El 12 era porque tenía 12 metros de alto y el 15, porque producía 15 kilovatios de potencia. Lo montaron en la Finca Experimental del ITAP, en Las Tiesas, entre Barrax y Albacete.

La pequeña 'molineta' estuvo en pruebas año y medio. Los veteranos del ITAP; ahora jubilados, recuerdan que se estropeaba mucho,  porque no siempre podía con los vientos que barren esta parte de España, eran mucho para ella.

Con la experiencia atesorada, Ecotecnia fabricó un segundo modelo, que duplicaba la potencia dl anterior, de 15 a 30 kilovatios. Para probarlo, en 1987 montó el primer parque eólico de la provincia.

Estaba junto a la laguna de Ontalafia, que entonces pertenecía al municipio de Albacete y hoy está en el de Pozo Cañada. Constaba de 10 molinos de viento y generaba una potencia de 0,7 megavatios.

Aunque este parque hoy nos parecería liliputiense, ya tenía todos los elementos de los 'megaparques' actuales. Línea de evacuación, subestación, y hasta su propia torre meteorológica.

Ontalafia era parte de un experimento con  'padrinos' de peso: El Ministerio de Industria, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) e Hidroeléctrica Española, la actual Iberdrola.

El experimento consistía en una red de pequeños parques eólicos repartidos por toda España,  que tenían por objeto probar la viabilidad de la generación eléctrica a partir del viento. Ontalafia se desmontó discretamente en 2005,  cuando los 'megaparques' eólicos ya eran comunes en Albacete. 

El primero de ellos había llegado seis años antes a Higueruela. Fue en 1999 cuando se presentó en sociedad el que, en su momento, fue el mayor parque eólico de Europa. 243 aerogeneradores repartidos en cinco subparques. Entre todos, generaban 160 megavatios.

Comenzaba la primera gran época de expansión del sector eólico. En 2008, la provincia de Albacete contaba con 53 parques; en 2010, ya eran 62 y generaban más de 2.000 megavatios de potencia.

En los últimos 23 años Higueruela se ha juntado con cinco parques eólicos que suman en total, dice la alcaldesa Isabel Martínez Arnedo, 243 aerogeneradores;  una circunstancia que en su momento no sólo les supuso la consideración de ser el complejo eólico más grande a nivel europeo y el segundo a nivel mundial, sino que igualmente su llegada supuso más de un ingreso extra tanto para muchos vecinos como para el propio Ayuntamiento y que, además, al día de hoy, «se mantienen en forma de impuestos de manera anual» hasta el punto de que, indica, «hoy por hoy los impuestos  a pagar por  los parques representan sobre el 40% del presupuesto local de manera que se puede decir que esto nos va a permitir mantener más de un servicio que otros, por contra, no pueden hacerlo.  Así, tenemos escuela Infantil, deportiva o de música, comedor escolar, ludoteca o biblioteca y vamos a tener aula matinal».

 Asimismo, añadió, su llegada e implantación ha supuesto un cambio histórico para el lugar, no en vano, «Higueruela mantiene su población gracias a los aerogeneradores eólicos», de hecho, puntualiza, muchísimos jóvenes, ya no de este municipio sino de los pueblos de alrededor, trabajan como técnicos de las industrias y compañías  que están con estos parques y viven en Higueruela,  por lo que no es de extrañar que cuando nos referimos a ellos hablemos de la generación de eólica y es que más de uno de los alumnos escolarizados en el municipio son  precisamente hijos de padres que trabajaban en ellos».  

«Evidentemente han sido un factor tremendo económicamente hablando porque, junto a todo lo anterior, desde el Ayuntamiento se invirtió el dinero eólico en la construcción de una residencia de ancianos que, como es conocido, fue puesta en marcha por la Junta y que supuso, además, el empujón necesario para que el desempleo femenino sea prácticamente inexistente aquí gracias al trabajo que da», comenta Martínez Arnedo, «está claro que los tres yacimientos primordiales de empleo  del municipio son, por un lado, el campo como tal y por otro lado, la energía eólica y la residencia de ancianos la cual, repito, están  unidas», concluye.

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