El Bueno Arenas Albacete Basket volvió a las andadas, con otra muesca de irregularidad dentro de su apretado cinturón. Pese a no perder la cara al partido en ningún momento, el cuadro albaceteño se subió a una montaña rusa que tuvo más que ver con la derrota de hace una semana ante el Caja 87 que con la proeza de vencer en Cáceres. Una falta de consistencia que aprovechó la Cultural y Deportiva Leonesa para reafirmar su candidatura a equipo revelación de la temporada. Y es que los de Luís Castillo, pese a ser un recién ascendido, siguen en la pelea por entrar en los puestos nobles después de haber llegado a ocupar el liderato en el arranque del curso.
Comenzó David Varela con un quinteto inicial formado con jugadores muy dinámicos que dejaron la responsabilidad de la pintura a Zhang. El jugador chino fue, sin embargo, un recurso insuficiente a la hora de contener la versatilidad de Okafor y Stain, capaces de procurarse tiros cómodos desde cinco metros, doblar pases en la bombilla o penetrar a canasta.
Así se generó la primera desventaja en el marcador con un tiro de Fábrega tras un buen pase extra (19-13, min. 8). Una brecha que siguió creciendo con el paso de los minutos por la falta de balance defensivo de una formación que acusó en exceso las molestias físicas de algunos de sus jugadores. Y es que la Cultural y Deportiva Leonesa es un rival temible cada vez que roba el balón y puede correr a campo abierto para penalizar los errores ajenos.
Tan solo el caudal anotador de Alo Marín y Fall impidió que la contienda quedase resuelta antes de tiempo después de un triple de Isaac que encendió las alarmas en el banquillo albaceteño (32-24, min. 13). La respuesta inmediata en forma de parcial 0-6 con Fall y Tamayo de protagonistas sirvió también como propósito de enmienda para afrontar unos instantes previos al descanso mucho más igualados pese a ciertas desconexiones puntuales del Albacete Basket.
Mucho más entonada arrancó el tercer cuarto la escuadra de David Varela tal y como demostraron los tres tiros libres consecutivos anotados por Pablo Sánchez para poner por delante a sus compañeros en mitad del parcial de 2-13 que obligó a Luís Castillo a detener el cronómetro (44-48, min. 25).
Pese a no poder conservar la renta mucho tiempo, el Albacete, con Alo Marín ya erigido en mando único, sí consiguió imponer un ritmo más sosegado en el que se sintió más cómodo que su rival. Una buena dinámica que derivó en un espejismo tan pronto como Pau Isern y Ochi sacaron lustre a su juego de bloqueos para cortocircuitar a la defensa albaceteña.
El 10-0 logrado en menos de tres minutos por el quinteto culturalista supuso un océano de distancia para un Albacete extenuado física y mentalmente (69-59, min. 33). Sin embargo, si de algo va sobrado este equipo es de espíritu de supervivencia. Tal vez por eso volvió a nadar brazada a brazada hasta atisbar la orilla a falta de treinta segundos con un triple errado por un Alo Marín estelar que pudo ser el empate y terminó por convertirse en la última opción de sacar algo positivo de su visita a León.