En 2018 la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha vivía momentos de auténtico caos. Tras conseguir superar la oscura etapa de Ramón Granados, la situación no mejoró con su sucesor y José Esteban Gálvez asumió el reto de coger la presidencia con el objetivo de levantar el baloncesto en la región, que por diferentes circunstancias estaba bajo mínimos en todos los sentidos. Los cerca de 900.000 euros de deuda están liquidados, los clubes han vuelto a las competiciones y de 8.000 licencias se ha pasado este año a 11.500. No es extraño que hace unos meses el baloncesto regional apostase por otros cuatro años del este albacetense al frente de la Federación junto a su equipo de trabajo.
Cogió la Federación de Castilla-La Mancha en una situación lamentable y parece que el panorama ha cambiado mucho.
Desde luego que ha cambiado. Desde el 2020, que fue la primera reelección, hasta el 2024 el cambio ha sido principalmente económico, porque la situación de la deuda así lo requería. Pero también ha habido un cambio deportivo, pasando de 8.000 a 11.500 licencias en este último año y eso es un trabajo de toda la familia del baloncesto de la región. Superados los problemas, estos próximos cuatro años son para dar un salto cualitativo a todos los niveles, con más proyectos, más eventos deportivos, abrirnos más a nivel nacional y, por supuesto, seguir fortaleciendo nuestro baloncesto.
Uno de sus objetivos era poder ayudar a nivel económico a los clubes cuando la Federación superase su deuda. ¿Se está haciendo?
Teóricamente ese no es el trabajo de una Federación, pero yo tenía claro que si en algún momento teníamos salud económica, eso pudiera repercutir de alguna manera en los clubes. Llevamos dos años ayudando a los clubes júniors con unos 20.000 euros al año para los desplazamientos, hemos ayudado a los equipos FEBque se han clasificado para fases de ascenso en modelo concentración. Hemos ayudado a los equipos júniors que se han ido a los campeonatos de España con 800 euros para sufragar un poco los gastos que puedan tener, menos de lo que quisiéramos, pero creo que es un punto de partida importante y ahí es donde queremos aportar, aunque no sea nuestro objetivo como Federación. Nuestro trabajo es ofrecer arbitrajes, seguro médico, coordinar las competiciones, movilizar y dinamizar el deporte de cantera, pero creo que era necesaria esa ayuda económica para los clubes. También hemos movido mucho el tema de cantera, organizando muchos torneos y competiciones para ayudar a su crecimiento.
¿Cómo se ha tratado de dinamizar la cantera?
Todas las competiciones de júniors para abajo las organiza la Junta de Comunidades con su programa de deporte en edad escolar y pensamos que nosotros debíamos ofrecer una alternativa a aquellos clubes que tienen muchos equipos con una proyección competitiva y tienen otras necesidades. De ahí que creamos el Circuito Benjamín o los Campeonatos Alevines, con el objetivo de que jugasen más partidos con un modelo más similar al baloncesto actual, a reloj parado o con más cuartos.
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