Enrique Cavestany recuerda el mítico local La Mandrágora en un catálogo ilustrado

V.M.
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El artista madrileño presentó 'Una cueva diluvial en la cava baja'

El pintor y dibujante Enrique Cavestany, durante su visita a la capital. - Foto: J.M.E.

El artista plástico Enrique Cavestany regresó a Albacete (actualmente expone una colección de acuarelas en Perga Arte Interior) para presentar un cuaderno ilustrado que resume la  historia del mítico local La Mandrágora, que regentó durante cinco años.  Escrito a mano y con dibujos del propio Cavestany, Una cueva diluvial en la cava baja es un libro «tan real como ficticio», en palabras de su autor, que recorre con no pocas dosis de ironía el ambiente vivido en aquellos años de efervescencia creativa en distintos ámbitos de la cultura, asociado a la transición democrática en nuestro país. «Es la breve historia de un sotanillo en un período cargado de humor, es como el descubrimiento de un yacimiento arqueológico, porque todos aquellos que estuvimos vinculados a la movida madrileña somos más bien dinosaurios», bromeaba el pintor.

Por este local pasaron personajes representativos de la cultura de vanguardia en todos los ámbitos. Recuerda que «había gente de la canción urbana, como Joaquín Sabina o Javier Krahe, las últimas tendencias en magia de la mano de Juan Tamariz, las primeras proyecciones de los cortos en super 8 de Pedro Almodóvar y Jaime Chávarri... y un sinfín de personajes vinculados a la música, la pintura o el café teatro durante los cinco años en que estuvo abierto, entre 1978 y finales del 82;constituyó un hito en ese Madrid de la transición tan distinto al actual, donde se respiraban momentos de libertad y una vida nocturna como no había existido hasta entonces. Es curioso que muchísima gente se siga acordando de un local que hace ya más de 30 años que cerró».

«Nosotros -añadía- pensábamos en un lugar a modo de cueva, con la que habíamos soñado durante los años 50, una especie de refugio y punto de encuentro de gente que estaba deseando encontrar otro tipo de oferta cultural, muy distinta a la de esa época».