La Semana Santa va a ser fuerte para el sector turístico de Albacete. La previsión de las empresas del sector y de la Administración regional es llegar al lleno total en los días más fuertes de la Pascua, esto es, a partir del Miércoles Santo.
Según la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Apeht), Begoña Garijo, hay una zona que no va a estar al 100%, sino que ya está con el cartel de «todo vendido» desde hace ya varias semanas.
«La comarca de los Campos de Hellín, no sólo lo que es la ciudad, sino Hellín y los municipios que tiene a su alrededor están al 100% desde hace ya mucho tiempo, por la Semana Santa tan fuerte que tienen», precisa la gerente de Apeht.
En el resto de la provincia de Albacete, los empresarios del sector esperan tasas de ocupación igualmente elevadas, aunque a partir del miércoles-jueves, sobre todo en las comarcas donde el turismo rural está más desarrollado.
«En los cuatro días más fuertes, esperamos una ocupación del 100% en zonas como la Sierra del Segura, la Sierra de Alcaraz o La Manchuela -precisa-mientras el resto de la semana hablamos de un porcentaje algo menor, del 70%».
Estos datos tienen una doble explicación. Por una parte, la Semana Santa tiene un perfil muy definido de visitante «porque es un período para viajar en familia, en grupos de amigos».
Por otra parte, la provincia de Albacete tiene una potente infraestructura, sobre todo de turismo rural y en los llamados «establecimientos singulares», lo que entre el público se conoce como los alojamientos 'con encanto'.
De eso sabe mucho el delegado provincial de Economía, Empresas y Empleo de Albacete, Nicolás Merino, quien destaca que al sector aún le queda mucho recorrido en la provincia, sobre todo en los dos extremos de la oferta.
«En números redondos, en Albacete hay 1.700 establecimientos que ofrecen alojamiento, de los que 1.150 son casas rurales y 124 son alojamientos singulares; de estos últimos, algunos tienen reconocimiento nacional o internacional».
Pero, por contra, la provincia se queda algo corta en hoteles, de los que hay 183 «y ninguno de cinco estrellas, aunque hay varios proyectos en marcha». La carencia es aún mayor en el sector de los cámpings «pues sólo hay siete».
«Queremos hacer un esfuerzo por mejorar el turismo de hoteles, que es más exigente pero gasta más porque el cliente quiere que le den todo hecho, no quiere tener la más mínima complicación durante su estancia», precisa.
El problema es que desarrollar este turismo es más complicado. «Hemos pasado de una época en la que cubríamos todo con cuatro hoteles en la capital, a una donde nos falta oferta, y ha sido muy rápido, en muy poco tiempo».
el gran salto. El gran salto se produjo durante el período de la pandemia. En este período, las casas rurales, la 'punta de lanza' del sector, pasaron de 890 establecimientos a 1.150 a causa de una demanda creciente que se dejó notar en otros ámbitos.
«En el caso de los hoteles, hay demanda y hay iniciativas, pero la oferta crece a un ritmo más lento porque tiene limitaciones, de las que la mayor es la falta de suelo terciario, incluso en los grandes ayuntamientos», aclara.
Donde por el momento no hay grandes movimientos es con los apartamentos turísticos. «Ha habido algo de actividad, algunas aperturas, pero la mayor parte son pisos y casas que ya se alquilaban y se dan de alta como tales».
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