El miércoles 19 de septiembre fue el de la depresión de los albacetenses que cerraron un capítulo más de su Feria, pero realmente la resaca duró en la ciudad hasta hoy. Mañana, lunes, ya la cotidianidad lo invade todo y los albacetenses ya empiezan a soñar con la Feria de 2025. Es hora de análisis y balances feriales. El alcalde, Manuel Serrano, hizo el suyo el pasado miércoles y no pudo ser más triunfalista. Y razón lleva. La de 2024 es una Feria para recordar. Mucha asistencia de visitantes, pocas incidencias policiales y diversión para todos, pero hay que reflexionar sobre la Feria que queremos. Que por el Recinto Ferial hayan pasado 3.150.000 personas durante los días festivos es un récord memorable. Hay que tener en cuenta que esta cifra supera en apenas 3.500 personas a la registrada en la Feria de Abril de Sevilla.
El balance económico será también, sin duda, positivo. De momento, los indicios marcan que fue una buena Feria -la basura recogida aumentó, los taxistas y los hosteleros están satisfechos con el trabajo llevado a cabo...-. Pero con tal magnitud de visitantes habrá que pensar qué Feria queremos si de calidad o de cantidad y, si se apuesta por la cantidad si la ciudad está preparada para soportar esa afluencia de público. En Pamplona, la masificación de los Sanfermines provoca en los últimos años un descenso de cifras. En otras ciudades, el recinto ferial cuenta con controles de acceso para evitar aglomeraciones y avalanchas. Es una fórmula, no sé si aplicable a Albacete, pero hay que pensar qué hacer, porque de lo contrario la Feria puede morir de éxito.