En el marco de la conmemoración ayer del Día Mundial de la Obesidad, desde el Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, la doctora Elena Parreño Caparrós, y la dietista-nutricionista Marta Milla Tobarra, aseguran que la prevalencia de la obesidad en España ha experimentado un notable incremento en las últimas décadas. Así, según datos de la Encuesta Nacional de Salud, la tasa de obesidad ha pasado del 7,7% en 1987 al 16% en 2020. Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) el índice de prevalencia se estima en un 18,7% de obesidad y 55,8% de sobrepeso en personas adultas en España.
El problema es que las proyecciones futuras son preocupantes. Se estima que una de cada siete personas presentarán obesidad en el mundo y que afectará a una de cada cuatro personas en 2035.
Aseguran tanto la doctora Parreño como la dietista-nutricionista Marta Milla, que del total de pacientes atendidos en 2024 en consultas 346 tenían obesidad como diagnóstico principal y más de 1.000 como diagnóstico secundario a otras patologías.
La sociedad científica de Endocrinología y Nutrición manifiesta que la obesidad es una enfermedad metabólica crónica, heterogénea y de origen multifactorial, por lo que conocer sus determinantes genéticos, ambientales, psicosociales, así como sus complicaciones asociadas, es esencial para implementar un tratamiento adecuado en función de las manifestaciones clínicas y el beneficio esperado en la salud de cada paciente.
medicamentos. Aseguran desde el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete que el tratamiento de la obesidad es integral e incluye cambios en la alimentación, ejercicio y modificación del comportamiento. En casos seleccionados se puede recurrir a fármacos como orlistat, semaglutida o tirzepatida, así como cuando hay una obesidad mórbida los pacientes son derivados a cirugía bariátrica. «El seguimiento multidisciplinar con endocrinos, nutricionistas y psicólogos es clave para el éxito a largo plazo», agregaron.
Sobre los nuevos fármacos frente a la obesidad, la doctora Parreño Caparrós indicó que «han demostrado ser altamente efectivos en el tratamiento de la obesidad; los estudios revelan pérdidas de peso del 10 al 20%, siendo su efectividad superior a la que tratamientos previos». No obstante, agregan que «la principal limitación que tenemos actualmente con este tipo de tratamientos es la falta de financiación pública y el alto coste que conllevan; sin olvidar que, a la par de la utilización de estos medicamentos, el paciente debe cambiar sus hábitos de alimentación y combinarlo con ejercicio físico gradual».
Insisten en que estos fármacos se pueden utilizar en personas con obesidad con un índice de masa muscular superior a 30 kilogramos o 27 si existen complicaciones relacionadas con la obesidad. «No son medicamentos adelgazantes, sino fármacos que ayudan a restaurar el balance energético, a controlar la obesidad y sus complicaciones», agregan desde el Servicio, al tiempo que destacan que «sólo con dieta, una persona con obesidad efectivamente puede perder peso, pero el porcentaje de fracasos a largo plazo es muy alto si sólo nos limitamos a la restricción calórica». Por ello, recomiendan un enfoque más amplio e integral.
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