El Paseo de la Feria recuperó al mediodía de ayer, algo antes de lo habitual, su habitual estampa de la primavera y el primer tramo del verano, con decenas de albacetenses sentados en las tradicionales tascas donde los caracoles son siempre (o casi) el primer plato de un menú con el que degustar raciones de recetas clásicas manchegas, acompañadas muchas veces de una cerveza bien fría.
«Nosotros solo pedimos buen tiempo y salud», explicaba ayer Javier Cuerda, presidente de la Asociación de Tascas de Albacete, quien se reconocía «nervioso, como en cada primer día de temporada» pese a la experiencia que atesora ya al frente de la Tasca Salud, negocio que empezaron sus padres hace 44 años.
El suyo es uno de los 10 establecimientos instalados este año, uno menos que en 2023, para una temporada que se prolongará hasta el 31 de julio, cierre anticipado al habitual que se decidió «con consenso entre todas las tascas y con el Ayuntamiento». «Como pagamos la tasa de ocupación de la vía por meses, queríamos aprovechar el final de marzo, en el que comienza la instalación, para tener clientes en los días festivos de Semana Santa», explicaba Cuerda, detallando además que «nuestra temporada alta llega más o menos hasta San Juan, cuando ya la gente comienza a irse de vacaciones, y además vimos bien cerrar en agosto y evitar así las olas de calor que hacen muy difícil trabajar, sobre todo en las cocinas».
«Como no llueve, también es cada vez más difícil encontrar caracoles en agosto», seguía explicando a La Tribuna el presidente de la asociación que, al ser preguntado por las expectativas de la temporada, señaló que «dependerán como siempre del tiempo que siempre nos da sustos». «Este año llegó a nevar el primer sábado de montaje y ayer llovió un poco, justo el día antes de la apertura», relataba sobre una situación meteorológica que apunta a estabilidad en el primer fin de semana de la temporada y a complicaciones en los primeros días de Semana Santa, a la espera de que se concreten las predicciones.
«Los clientes son fieles si el tiempo acompaña», señaló Cuerda, en una afirmación que bien pudo comprobarse el pasado año en noches en las que podían verse largas colas para conseguir una mesa en alguno de esos clásicos establecimientos hosteleros.
En cuanto al número de trabajadores que emplean, Cuerda señalaba que «nosotros tenemos 11 personas dadas de alta», por lo que un cálculo rápido las sitúa en una cifra total de aproximadamente un centenar. «Es un número importante de gente que sale del paro durante cuatro meses y medio», remarcó.