Anatomía de un desacuerdo

Agencias
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Concluye sin consenso la primera reunión de los 27 para repartir entre populares y socialdemócratas los altos cargos que definirán la nueva cúpula de la Unión Europea

La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen - Foto: Reuters

Cada cinco años, Europa designa a los políticos que ocuparán los puestos de responsabilidad en sus instituciones. Es una decisión de consenso que debe guardar un equilibrio entre los resultados cosechados en las urnas, las familias políticas y la talla de los Estados miembros.

El pasado lunes, el primer encuentro entre los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea para tratar de pactar la renovación de los altos cargos comunitarios ese consenso fue imposible, entre otras razones porque los populares plantearon mayores exigencias tras salir reforzados de las urnas en el 9-J.

 En esta primera cita se reveló la irritación de varios mandatarios, incluida la italiana Giorgia Meloni, por los encuentros en petit comité para buscar consensos entre grandes países, así como la dificultad de encontrar una terna del gusto de todos.

 Los líderes de los Veintisiete no lograron cerrar un acuerdo para repartir la presidencia de la Comisión Europea y la del Consejo Europeo, ni el puesto de alto representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, pese a que los nombres de Ursula von der Leyen, António Costa y Kaja Kallas habían sonado en todas las quinielas.

El actual presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, aseguró que nunca estuvo previsto llegar a un consenso en este primer acercamiento. No obstante, una fuente europea subraya ahora que no es descartable que alguna de estas tres piezas se caiga de la ecuación de cara al Consejo Europeo de los próximos 27 y 28 de junio, la segunda (y por el momento última) oportunidad de llegar a un acuerdo antes del primer pleno de la legislatura a mediados de julio.

Los líderes son conscientes de que no es tan fácil cambiar sólo uno de los nombres que han sonado, ya que cumplen bien los criterios de equilibrio de género, de procedencia geográfica y de color político.

La terna se completaría con la presidencia del Parlamento Europeo, para la que los líderes no dan nombres sino indicaciones de color político: el PP europeo cuenta con llevarse la primera mitad de la legislatura -para la actual presidenta, Roberta Metsola- y queda en el aire la segunda, que tradicionalmente tienen los socialdemócratas.

Tras esta primera cita quedó patente el enfado del húngaro Viktor Orbán que censuró que los socialistas y conservadores habían «ignorado» a los ciudadanos y de la italiana Giorgia Meloni, que sintió ninguneado su peso en Europa.