La Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo) aprobó ayer, en su asamblea general, celebrada en el salón de actos de la Diputación Provincial, las cuentas del 2023, con una amplia mayoría. También se dio luz verde en esta misma reunión al presupuesto previsto para 2024 y, paralelamente, salió adelante el mantenimiento de las cuotas de los regantes que están en la organización. «Ha sido aprobado por 2.105 votos a favor y 16 abstenciones, ningún voto en contra», indicó el presidente, Julián García Alcaraz, a este diario.

El presidente recordó que el empeño que tiene la Junta de Regantes, «para lo que hemos mantenido ya varias reuniones con la Confederación Hidrográfica del Júcar», es que se amplíe el margen temporal «a 10 años más», para hacer el cálculo de las asignaciones de los regantes, ya que "ahora solo se toman cinco años como referencia de los volúmenes que entonces se consumieron», de 2012 a 2016. Eso está suponiendo «que en algunos casos la gente llega a perder un 30% del volumen de agua». 

Como en el periodo 2012-2016 se regó menos y se usó de media menos agua de lo normal, la cuenta que hace la Confederación es a la baja, por lo que, cuando se renueva la concesión, hay un recorte.

La pretensión de la Junta de Regantes de la Mancha Oriental es que «reconsideren» ese plazo, y que se tenga en cuenta como referencia «del 2002 a 2026», puso de relieve sobre esta cuestión el presidente de la Jcrmo, que señala también que no ha habido aún una resolución en firme, pero lo positivo es que «estamos negociando».

BUEN RITMO. En cuanto a proyectos, el principal en el que ahora está inmersa la organización es «continuar con la sustitución de bombeos, que va correctamente», para «finalizarla lo antes posible y poder así redotar al acuífero con no extracciones» y no sobreexplotarlo.

Sobre este proyecto, el pasado mes de noviembre, el presidente de la Confederación del Júcar, Miguel Polo, y el expresidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, Herminio Molina, se dieron cita junto al Acueducto Tajo-Segura para presentar la segunda fase de la Sustitución de Bombeos. Cuando esté terminada, esta obra permitirá que se dejen de usar hasta 80 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que ayudará a mantener el acuífero; además, consolidará los regadíos de la zona y, por último, liberará varias reservas de agua incluidas dentro del Plan Hidrológico del Júcar.

La primera fase, conocida como La Herrera-Los Llanos, se puso en marcha en 2006; ésta permitirá dejar de extraer hasta 42 hectómetros en las zonas regables de La Grajuela, La Roda y Barrax, con una superficie de 9.378 hectáreas y un coste de obra de 57 millones de euros.