Un partido muy sólido del Albacete, especialmente efectivo en la segunda parte, le sirvió para superar en A Malata al Racing y retornar a la senda del triunfo después de tres derrotas seguidas, la última muy preocupante por las malas sensaciones que había ofrecido el equipo en Anduva. Juanma encarriló un triunfo que puso en solfa Puric, aunque Higinio volvió a desequilibrar la balanza. Dos laterales, Javi Rueda y Juan María, ya en los minutos de compensación, firmaron el 1-4 definitivo.  

El partido arrancó con un ritmo vivo y a la internada inicial de Dorrio por parte del Racing le siguió una buena acción de Riki, que ganó la línea de fondo en la parte derecha del área. Su centro no encontró rematador en boca de gol. El centrocampista ovetense, que portó el brazalete de capitán y completó un encuentro excelso, fue una de las ocho novedades, entre ellas la del cambio de portero con la presencia de Cristian Rivero en lugar de Raúl, del remozado conjunto de Alberto González, que optó por cambiar muchas piezas para tratar de poner fin a la peor dinámica desde su llegada.

Otra vez Dorrio, tras un error en el centro del campo del Albacete, volvió a encontrar espacio para correr por el costado derecho, aunque no pudo precisar un buen remate.

Y también repitió protagonismo Riki en el bando manchego, que, tras una buena jugada asociativa del equipo y tras recibir de Juanma, engatilló un disparo desde el balcón del área que no salió muy lejos de la portería del conjunto racinguista.

Pulic, prácticamente en el ecuador del primer periodo, cabeceó un centro de Señé tras un córner. La pelota se perdió por poco. Fidel comenzó a entrar más en juego y eso lo agradeció el equipo blanco. Primero lo intentó con un chut que no alcanzó su objetivo. Después asistiendo a Ros, quien no atinó a darle la dirección debida a su remate.

Camino de la media hora, Cristóbal Parralo decidió cambiar a Dorrio y Bebé de banda. Agus Medina respondió a esa modificación con un disparo desde fuera del área, muy centrado, que no complicó en exceso a Jesús Ruiz.

Nuevamente Dorrio, el más incisivo del equipo departamental, volvió a sembrar la incertidumbre, lo mismo de que un centro de Bebé, tras varios recortes, que obligó a intervenir a Cristian Rivero en el primer palo.

Otra de las elaboradas jugadas del conjunto albacetense que tuvo un final reseñable llegó a los 38 minutos. Agus Medina, con un impecable centro de exterior, puso un balón al segundo palo que Jesús Ruiz le sacó de la cabeza a Quiles. Otra buena asociación de los pupilos de Alberto González le permitió a Álvaro Rodríguez llegar por sorpresa al área y conectar un remate raso que atajó el meta local. Un tiro de Fidel a renglón seguido salió excesivamente desviado.

El intermedio no interrumpió la buena dinámica de la escuadra albacetense, que regresó de los vestuarios por todo lo alto, poniéndose en ventaja en el marcador gracias a una diana de Juanma. Fue el colofón a una precisa y trabajada jugada en la que Fidel dirigió las operaciones, Quiles dio un taconazo de lujo y Agus Medina puso un balón en boca de gol que Juanma conectó a la red.

Con el marcador a favor, la propuesta del Albacete fue mantener su intención de controlar la pelota y posicionarse en campo rival. Ante un Racing algo perdido y en el que cada uno trataba de hacer la guerra por su cuenta, Quiles volvió a presentarse con opciones de marcar, algo escorado a la derecha. Jesús Ruiz despejó su disparo, ajustado al primer palo.

Después de muchos minutos sin sustos, el marco del Albacete corrió peligro a la salida de un saque de esquina servido desde la izquierda. Ros evitó el cabezazo de Naldo mandando un testarazo hacia su propia portería con la fortuna de que el cuero golpeó en el larguero.

El propio Naldo, a renglón seguido, salvó sobre la línea de gol el posible 0-2 en un remate de Juanma de espaldas a puerta que tropezó en Puric y que ya había superado a Jesús Ruiz. Pese a que algún jugador del Albacete reclamó que la pelota había sobrepasado la línea, el árbitro no concedió el tanto.

Quién si marcó fue el conjunto verde. Lo hizo a balón parado, en un saque de falta que Señé colgó al área. Puric, que ya había avisado en el primer acto, cabeceó con clase el esférico, lejos del alcance de Cristian Rivero. El tanto incentivó al Racing y Dorrio, en un error de la zaga del Alba, le puso un balón algo largo a Álvaro Giménez.

La manera de aplacar el ímpetu local fue con una buena jugada con rúbrica de Riki, que se orientó en la frontal del área para buscar el palo más alejado. Jesús Ruiz tocó lo justo la pelota para que, con la ayuda del poste izquierdo, no acabara en las mallas.

Alberto González, que había incorporado al juego a Rai e Higinio minutos antes, preparaba la entrada de Javi Rueda y Lazo cuando, en un saque de banda, el Albacete gestó el 1-2. Higinio acudió a recibir, sacó de zona a Puric, que se tragó el autopase en largo del delantero murciano, y se presentó ante el cancerbero local, al que batió con solvencia.

Delmás, en asociación con Dorrio, dispuso de la mejor opción del equipo departamental para hacer el empate a dos. La pelota salió a la izquierda de la meta de Cristian Rivero. El Racing trataba de achuchar con más corazón que cabeza, con el equipo muy partido, y la escuadra manchega disponía de espacios cuando recuperaba el balón para ampliar su ventaja.

Higinio perdonó el 1-3, tras otro error de Puric a la altura de la línea divisoria de ambos campos. Jesús Ruiz se lució ante el atacante murciano para privarle del doblete. Nada pudo hacer, sin embargo, el meta racinguista, ya en el tiempo añadido, para impedir la sentencia del elenco de González. El 1-3, obra de Javi Rueda, fue el perfecto colofón a una inmaculada salida de balón del Albacete después de una llegada del equipo ferrolano al área. Riki le dio margen a Higinio para caer a banda, recibir y golpear en largo para dejar a Javi Rueda cara a cara con Jesús Ruiz. El lateral diestro cruzó un remate raso que supuso el 1-3. Juan María, llegando por el otro costado, le puso la guinda a la goleada al recoger un balón desviado por Jesús Ruiz, que había respondido de manera solvente a un chut de Lazo después de una jugada para enmarcar de un Riki pletórico en A Malata.