El Centro Nacional de Información Geográfica y la Junta de Comunidades acaban de renovar el convenio que mantienen desde hace ya una década para revisar las «líneas límite jurdisdiccionales» de los municipios de Castilla-La Mancha.
Al común de los mortales, el término «límites jurisdiccionales» le puede sonar o no. Pero si decimos que se trata de verificar las «lindes», entonces la cosa ya cambia, porque hablamos de algo casi sagrado, sobre todo en el medio rural.
El caso el CNIG lleva ya una década dedicado a la recuperación, la mejora geométrica, el aseguramiento de la calidad de las líneas y el posterior refrendo jurídico de los límites de los más de 900 términos municipales de la región.
Esta labor comenzó en 2014, con la revisión de las líneas jurisdiccionales de los términos de las cinco capitales de provincia. Poco a poco, se ha extendido por toda la geografía regional y ahora toca revisar unos 1.000 kilómetros de lindes a lo largo de tres años.
Juan José Peces Morera es el responsable de esta tarea, y comienza con una importante aclaración: «Lo que no hacemos es modificar límites -remarca- es justo lo contrario, otorgamos coordenadas precisas a los límites oficiales».
afinar lo que hay. Los límites oficiales están en el Registro Nacional de Cartografía, cuyos datos proceden de las actas de los acuerdos de deslinde entre municipios. Es decir, que el CNIGjamás cambia nada, sólo 'afina' lo que ya hay.
El proceso siempre es igual: de dos en dos, se localizan los mojones (más de 2.500 en toda la región); se establecen sus coordenadas, se trazan las líneas límites y se recogen en un acta, que va a las comisiones de deslinde municipales.
Una vez que se firma el acta de conformidad, se elabora la ficha definitva de cada mojón y se traza la línea límite definitiva sobre una ortofotografía aérea.
Y ¿qué toca afinar este vez?. En el caso de Albacete, entre 2025 y 2027, los trabajos de campo afectarán tanto a zonas que están dentro de la provincia como a zonas que, siendo de otras provincias, pueden afectarla.
Dentro de Albacete, se actuará en municipios en el centro y el norte «y en el sureste, cerca del límite con la provincia de Murcia». También habrá tarea que hacer en ayuntamientos del sur de Cuenca, en las comarcas colindantes con La Manchuela y La Mancha del Júcar.
«El criterio actual es actuar sobre las zonas de mayor actividad: población o industria», detalla el responsable de los tabajos, «y que aún no se hayan recuperado; pues es allí donde pueden surgir más problemas, si usan líneas con una geometría aún poco precisa».
Pero la tarea, en realidad, es mucho mayor, pues abarca municipios de toda la región. En Guadalajara, en el Corredor del Henares y las zonas próximas a Madrid; en Toledo, en el Corredor de La Sagra y los municipios situados más al sureste, o en el centro y noroeste de Ciudad Real.
«Los trabajos de campo comenzarán en marzo», anuncia, «y entonces podremos concretar más la lista de municipios; además, también estamos cerrando huecos, municipios sin coordenadas precisas entre zonas ya realizadas».