La piedra, la madera, la piel, el barro, el hueso, los metales,… son materias primas que, transformadas por hombres y mujeres, nos han permitido llegar a ser lo que somos. La artesanía encierra un saber hacer que se transmite de generación en generación, que evoluciona a la par que la Humanidad, y que transforma al propio artesano cuando persigue la excelencia en su trabajo diario». Con estas palabras comienza la página web de la Asociación de Artesanos de la Sierra del Segura, una asociación que arrancó en el 2007 a iniciativa de varios artesanos de esta comarca albacetense que, por otra parte, tiene en esta actividad una de las más importantes en términos económicos. Son jaboneros, marmolistas, ebanistas, carpinteros, ceramistas, tallistas de piedra y de madera, decoradores de muebles, bordadoras, broncistas, forjadores, restauradores o zapateros y así hasta llegar a la veintena de oficios que hay detrás esta asociación, aunque, como apuntan desde esta misma asociación, hay muchos más ya no sólo «porque no todos los que ejercen este oficio están asociados, además de que otros muchos ya se han jubilado», sino también porque estamos ante un oficio muy vivo, en constante movimiento por dos motivos. El primero porque la presente crisis lo ha convertido en un nuevo yacimiento de empleo y el segundo porque la emisión de carnet de artesano es continúa, y todo ello sin perder de vista que en esta Sierra hay también dos maestros artesanos, un broncista en Riópar y un herrero de Elche.
Los últimos carnets de artesano llegaron a finales del pasado año y ya se ha enviado la documentación necesaria para hacer cinco más de cara a la próxima reunión que va a mantener en el Servicio Periférico de Turismo y Artesanía de la Junta en Albacete, la comisión encargada de concederlos pues, al final estamos ante un reconocimiento que hace la comunidad de Castilla-La Mancha. Para su concesión hay que cumplir una serie de requisitos, como estar dado de alta en una actividad y aportar un reportaje fotográfico de cuál es el producto que elaboran, además de presentar la consiguiente documentación. En esta última petición, hay una florista, un restaurador, una jabonera, una sastre y una cerera y, además, en dos de los casos se da la circunstancia de que el solicitante que está detrás estaba en situación de paro.
Más información, edición impresa.