Vecinos de las 600 han remitido un comunciado en el que indican que "a principios de febrero, el Ayuntamiento de Albacete avisaba a muchos de nosotros que iban a expulsarnos a de nuestras casas, concretamente a los vecinos de las calles Puerta de Chinchilla y Jorge Juan. El aviso se hizo repentinamente y sin señalar una fecha y hora para el lanzamiento, como sí debería señalar como corresponde legalmente. Ahora, con una semana de antelación, avisan con un cartel en la calle (sin notificación individual) que el 2 de abril empieza la demolición de nuestros edificios".
Las 600 es un barrio "nacido de la pobreza, todo el mundo en Albacete es consciente de la mala fama de esta zona. Es un barrio convertido en guetto para los más pobres de la sociedad forzosamente por culpa de las malas políticas de los distintos gobiernos del Ayuntamiento, Diputación y Comunidad Autónoma. Todos ellos tienen responsabilidad directa e indirecta".
Igual que nació de la pobreza, "es la pobreza la que sostiene su existencia y ha permitido que, a pesar de las pésimas condiciones de saneamiento y el estado de varios de sus edificios, los vecinos sigamos viviendo aquí. Pedimos a los vecinos del resto de Albacete que no se dejen engañar por una mala imagen que no corresponde a la realidad. Las casas del barrio son una salvación para numerosas familias que no pueden permitirse un alquiler y para inmigrantes trabajadores que, en otras circunstancias, estarían viviendo en la calle. Muchos aquí llevamos toda nuestra vida trabajando, o hemos puesto en riesgo nuestra integridad física para venir a España por las rutas más mortales del mundo desde África".
Añaden que "esta es una realidad que no se expresa demasiado, mientras se miente descaradamente sobre el barrio: que las 600 es un barrio de maleantes, narcotraficantes y criminales, que los vecinos de ahí "no tenemos solución", etc. Convierten el barrio en guetto forzosamente para los más pobres, y encima, después criminalizan la situación culpando… ¡a quienes vivimos en el barrio! El narcotráfico no viene de la nada. Es una penosa consecuencia que nace de la pobreza sostenida por las políticas del Ayuntamiento, Diputación y Comunidad Autónoma".
Otra realidad de la que también son conscientes los albacetenses "es que se ha prometido una solución durante años al problema de las 600, y estamos sufriendo ese intento de solución ahora. Resulta que el plan consistía en echarnos a todos a la calle sin ninguna consideración. El plan, sencillamente, es una remodelación urbanística para, en perspectiva, gentrificarlo y expulsar a sus actuales vecinos a través de desahucios ilegales y vulneración sistemática de los derechos humanos."
Indican que un cartel colocado por el Ayuntamiento expresaba lo siguiente, en negrita y subrayado como aquí lo transcribimos: "los trabajos de demolición del edificio completo comenzarán en breve, es necesario para su seguridad que para tal fecha hayan desalojado el edificio, quedando bajo su responsabilidad los daños personales y materiales que puedan sufrir en caso de no hacerlo así"
"Creemos que este posicionamiento es realmente intolerable, y no busca protegernos como dice sino sembrar el terror entre los vecinos para que voluntariamente abandonen sus casas (claro está, sin tener realmente un sitio a donde ir) bajo la amenaza de sufrir "daños personales". No hay alternativa habitacional que valga. El Ayuntamiento dice: vete y muere de frío en la calle, o quédate y muere sepultado. Muchos aquí ya hemos pasado por riesgos máximos solo por tener una casa donde dormir. Es evidente que este aviso no va a conseguir desalojar ni a una sola persona. Muchos vecinos de otros bloques, la mayoría con familia, ven con preocupación como se desarrolla la situación, pensando que los siguientes serán ellos", añaden.
Concluyen que "negamos la responsabilidad que el Ayuntamiento quiere verter sobre nosotros respecto a la higiene y la ruina de los edificios, señalamos al Ayuntamiento, Diputación y Comunidad Autónoma como responsables de que en Albacete se sostenga desde hace ya 50 años una lamentable situación de vivienda y habitabilidad, y de pobreza forzada, Señalamos a los responsables que los temporeros inmigrantes, motor y corazón del régimen agrario en la región, sean tratados como despojos. Nadie debería trabajar tanto y aun así no poder permitirse una cama, solicitamos la solidaridad de los vecinos de Albacete, y pedimos que no se dejen engañar por una falsa imagen. No somos criminales, somos familias trabajadoras, exigimos una solución inmediata y realista de vivienda, y en particular, la paralización de cualquier desahucio ilegal y contra los derechos humanos, y si legitimamos expulsar a las personas del lugar donde viven, sin hacer daño a nadie y como única vía de supervivencia de la pobreza forzada a la que viven, estaremos legitimando los ataques contra todos los trabajadores y gente humilde de la ciudad".