Tarazona de la Mancha es tierra de grandes músicos. Uno de ellos es Juan González Moreno, trombón solista  de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo. El músico, orgulloso pregonero este año de las fiestas de la localidad,  comentó a La Tribuna de Albacete sus proyectos inmediatos.

¿Qué supone para usted ser el trombón solista de la orquesta del Liceo?

Pues mira es hacer realidad el trabajo que llevo desde que era pequeño, porque esto es una vocación. Desde los cinco años estoy tocando el trombón, entonces todo el mundo desea poder trabajar en una orquesta y poder vivir del trombón, aunque hay otras salidas, como la docencia, pero lo que yo quería era ganarme la vida tocando el trombón y esta es una de las formas que tenemos. Es un disfrute, una alegría y una suerte poder trabajar de lo que me gusta. 

¿Comenzó a estudiar en Tarazona de la Mancha?

Exacto, empecé con mi padre, Miguel Antonio González,  que es profesor de trombón en el Real Conservatorio Profesional de Música y Danza. Allí estuve seis años, tuve como profesor a Fermín Navarrete y a mi padre, claro. Justamente al acabar Bachillerato y Grado Medio de Trombón, entré en el Conservatorio Superior de Música, donde estuve con Mario Calvo, un profesor también muy querido. Igualmente, estudié en  Brass Academy de Alicante, una escuela de perfeccionamiento, que dirige Rudi Korp, donde tuve oportunidad de conocer a profesores que me influyeron muchísimo, como Dani Perpiñán, Juan Real, David Rejano e Ian Bousfield. Luego curse el último año en Alemania, en el Conservatorio de Hannover, una oportunidad que me dieron, un vínculo con Hannover que abrí yo, porque no había ningún vínculo.   

¿Una etapa importante?

Claro, el profesor en Hannover es muy bueno, toqué para él, me cogió, y estuve allí siete meses, que me ayudaron un montón, sobre todo para conocer la vida allí. Si aquí pecamos de no tener orquestas, allí hay demasiadas, es un buen país para trabajar, porque hay más de 200 y en España somos unas 30 orquestas profesionales. Después volví a Murcia para el trabajo y recital fin de carrera.

¿Después entró en la orquesta, en Barcelona?

Después de una año de trabajo por toda España y una colaboración con la Jonde, donde estuve tres años.  También hice un festival de dos meses en Alemania, en Schleswig-Holstein, también con orquestas de jóvenes. En julio de 2016 hice la audición en la  Orquesta del Liceo, mi primer trabajo realmente. Al ser primer trombón, también tengo cierta responsabilidad, en la parte que me toca, claro, trombones y tubas que a mí me toca liderar y la verdad  es que estoy muy cómodo. La orquesta suena extraordinariamente y ha sido dirigida, desde hace unos 12 años, por Josep Pons, pero creo que este año es su última temporada, parecer que irá a Alemania. 

¿La mayor parte del repertorio será operístico?

Cierto, hacemos entre nueve y 11 producciones de ópera al año, con sus respectivas funciones, entre septiembre y julio, con el teatro lleno todos los días.  

¿Qué es lo que más le gusta de ese repertorio?

No había hecho nunca ópera, que era una desconocida, porque siempre había estudiado y tocado repertorio sinfónico. Bueno, lo que más me gusta es la ópera, que es fantástica, es lo que más escucho. Me estoy empapando mucho de ópera, sobre todo Wagner, Strauss, que son muy complicados para todos, para la orquesta y para el coro y para los cantantes. 

¿Cuándo vuelve a Barcelona?

Vuelvo en septiembre, porque entre el 17 y 20 de septiembre comenzamos con una nueva ópera, Lady Macbeth de Mtsensk, de Dmitri Shostakóvich, que es una ópera espectacular. Será el inicio de una temporada en la que tenemos grandes títulos, como Lohengrin, también, de Richard Wagner. Haremos otra vez La Traviata, de Giuseppe Verdi, que es una de esas óperas que más gusta al público e iremos combinando con tres o cuatro programas sinfónicos con el maestro Pons. Hacemos obras de Shostakóvich y  Mahler, por ejemplo o recitales con cantantes, grandes estrellas, y orquesta.