La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha reclamado al Gobierno de España que controle la entrada de productos de terceros países en pequeños puertos que se han convertido en "coladeros", por donde pueden entrar enfermedades ganaderas y productos agroalimentarios sin controles sanitarios.
La responsable regional de Ganadería de Asaja, María Tapia, que compareció en rueda de prensa junto al presidente de la organización en la región, José María Fresneda, explicó que el problema sanitario es el que está generando más preocupación al sector ganadero español, por lo que desde Asaja se han hecho varias propuestas al Ministerio de Agricultura para que el Estado vigile la entrada de animales y productos de terceros países.
Tapia ha dicho que una de las cuestiones más preocupantes es la actividad que se está desarrollando desde hace poco tiempo en ciertos puntos de entrada fronterizos, entre ellos los dos pequeños puertos de Puerto Rosario, en la isla de Fuerteventura, y Tarfaya, en Marruecos, a los que están llegando animales procedentes de África, "sin que no haya prácticamente ningún control" porque no hay puntos fronterizos de inspección.
Estos puntos pueden ser un auténtico "coladero" por los que puede "entrar de todo" no sólo animales sino también productos agrícolas, apuntó Tapia, que recordó que el año pasado ya llegó a España la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y que "está rondando" la peste porcina africana.
En este sentido, defendió la necesidad de consolidar un sistema de control muy efectivo "para todo lo que entre de fuera de nuestras fronteras", pero con partidas presupuestarias ajustadas a lo que se necesita y con centros de desinfección, desinsectación y con control de laboratorio de las especies en las que se determine que puede haber algún tipo de problema.
Además, Asaja está planteando al Ministerio de Agricultura medidas como la puesta en marcha de una campaña para controlar la tuberculosis bovina en la fauna silvestre porque, según aseguró Tapia, "ahí es donde está verdaderamente el problema de esta enfermedad animal, que actualmente es la más preocupantes en comunidades como la castellanomanchega".
Al respecto, explicó que según el informe final técnico financiero del Programa Nacional de la Tuberculosis Bovina del año 2022, del MAPA, el último que se ha completado hasta ahora, sólo dieron positivo en tuberculosis el 0,30 por ciento de todas las vacas que se sanearon en 2022, que fueron prácticamente el 99 por ciento de la cabaña ganadera.
En cambio, de los jabalíes a los que se les hicieron pruebas después de ser abatidos entre un 12,75 y un 12,78 por ciento dieron positivo en tuberculosis, al igual que pasó con un 7,95 por ciento de los ciervos.
"La conclusión es que estamos gastando munición en una batalla que no es la nuestra", porque lo que se necesita es hacer campañas de control de la tuberculosis entre la fauna silvestre, con la que los animales de los ganaderos comparten abrevaderos y pasto.
Tapia comentó que la afectación de la tuberculosis en humanos a través del ganado bovino es baja. Según el citado informe en los años 2021 y 2022 sólo se registraron en España una treintena de casos. Por ello, consideró que con medidas importantes de pasteurización del queso o de la leche y con medidas de seguridad en trabajo, porque la mayoría de personas afectadas trabajan en mataderos y salas de despiece, se reduciría aún más el porcentaje de humanos afectados por la bacteria.