Victoria épica del Bueno Arenas Albacete Basket sobre el Clínica Ponferrada en un partido  donde siempre fue a remolque, pero acertó en los momentos claves para primero forzar la prórroga y después llevarse el triunfo.

El partido empezó con mucha intensidad y Varela volvía a tener problemas con las lesiones, Amiel y Tamayo caían en el primer cuarto, reduciendo ostensiblemente las alternativas para el técnico por su corto banquillo. Albacete pegó primero con un 5-0 que pronto fue igualado por  Ponferrada. Mandaba el equipo de David Varela, con De Blas entonado, pero con el 12-8 llegó el atasco.

Ponferrada empató e inició un cambio hacia el dominio total del partido, con un parcial de 0-12 que desniveló la balanza. Varela movía su escaso banquillo pero el rival estaba cómodo y acabó el primer cuarto con una ventaja de 10 puntos (17-27).

En la segunda parte el intento de recortar distancias chocaba con los errores y balones perdidos que daban la oportunidad de mantener la ventaja, con un intercambio de canastas que obviamente no era suficiente para que Bueno Arenas pudiera meterse en el partido.

Con 24-34 mediado el cuarto, Varela pedía un tiempo muerto con la intención de cambiar la dinámica. Hizo efecto. Bien dirigidos por Pablo Sánchez y con un parcial de 6-0 el Albacete Basket se acercaba a su rival 30-34. Nervios, técnicas y el pabellón empujando al equipo en la recta final del segundo parcial, para llegarse al descanso con un esperanzador 35-39. De Blas, superada su lesión, estaba siendo el protagonista ya con 17 puntos y cinco rebotes siendo el mejor de su equipo.

El Bueno Arenas salió muy concentrado en el tercer periodo. Cinco puntos seguidos de Sima recortaban distancias y tras estar varias veces a un punto, un triple de Diego de Blas ponía al equipo albacetense por delante (52-50), aunque duró poco porque Hierrezuelo con otro triple volvía a poner a Ponferrada al frente del electrónico (52-53) a 3:13 de final del parcial.

Ponferrada mantuvo el dominio para acabar el cuarto 59-63 y afrontar el último parcial con cuatro de ventaja sobre un voluntarioso, pero mermado de efectivos Albacete Basket.

Los visitantes defendían con mucha intensidad y martilleaban el aro local a base de triples, pero Alo Marín mantenía vivo al Albacete Basket (64-69).

Ponferrada parecía tener el partido controlado, pero a pesar de los calambres de Pablo Sánchez, el pabellón gritaba «sí se puede» cuando De Blas empataba a falta de tres minutos (71-71).

Tras varias alternativas en el marcador, con 14 segundos para terminar Pablo Sánchez empataba con un triple (78-78). Ponferrada perdió la posesión y Albacete tenía poco más de un segundo para intentar ganar. Pablo Sánchez tiraba muy forzado y el partido se iba a la prórroga.

En cinco épicos minutos, el Albacete Basket lograba ganar el partido ante el delirio de la grada (88-85).