El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur es uno de los asuntos más candentes para el campo actualmente. Este pacto es, en principio, provechoso para ambas partes, pero no a todos los sectores productivos les va a ir bien. En la rama agraria, el Ministerio de Agricultura asegura que el aceite de oliva, el vino o el porcino «se van a ver muy beneficiados» y asegura que «el acuerdo incluye medidas diseñadas cuidadosamente para proteger los productos más sensibles a la competencia con los producidos de Mercosur como carne de vacuno, de ave de corral o azúcar». Sin embargo, el sector no está muy de acuerdo con esta afirmación del departamento de Planas.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha presentado a la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio un informe de evaluación de impacto del acuerdo comercial centrado en el vacuno de carne que profundiza en cuestiones específicas de este subsector. La organización señala que la Comisión Europea se estaría equivocando cuando solo refleja que desde Mercosur entraría el 0,7% su producción, sin explicar que el bloque es el primer productor y concentra el 25% de la producción mundial de carne de vacuno. Añade, además, que desde las administraciones, tanto europeas como estatales, deberían darse datos de lo que supone la cuota negociada sobre el consumo en España y en la UE con total transparencia y «no solo diciendo lo que conviene o dando cifras incompletas».
En este sentido, toda la cuota de vacuno de carne llegada desde el bloque sudamericano podría llegar a suponer un 14,4% del consumo aparente de carne de vacuno anual de España, consideración un tanto extrema, pero no descabellada. «No hemos observado ninguna medida que impida que las importaciones desde Mercosur se concentren en un solo país o unos pocos países, y es algo que ya ha ocurrido también con las medidas de comercio con Ucrania» declara Mariano Lidio Rodríguez, ganadero y responsable del sector de vacuno de carne de Unión de Uniones.
Alto valor.
Asimismo, se señala que las evaluaciones de impacto no mencionan -«y, si lo hacen, no profundizan en ello»- la realidad de los posibles riesgos para el mercado por la cuota negociada con Mercosur. Solo un estudio de impacto reconoce la segmentación del mercado de la carne de vacuno, es decir, que desde los países del Cono Sur se tiende a exportar los cortes más valiosos de las canales. En este contexto, la cuota negociada no debería compararse con la producción o consumo totales, sino con los de alto valor, con lo que la realidad del impacto se multiplicaría y reflejaría una situación muy grave, ya que estos cortes arrastran al resto del precio de las canales que hundirían al mercado estatal y europeo.
Además de las ventajas competitivas de los países de Mercosur por las características propias de la explotación (tamaño de las explotaciones y su economía de escala), Unión de Uniones también incide en las diferencias competitivas por motivos regulatorios. Por ejemplo, según estudios comparativos, el vacuno de carne alemán se enfrenta a unos costes un 78% superiores asociados a la normativa europea que las normativas comparables en terceros países.
La organización también advierte de la situación en cuanto a la reciprocidad: un informe de la Dirección General de Sanidad y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea asegura que Brasil no puede garantizar de manera confiable que en los bovinos de la carne exportada no se haya usado oestradiol 17? (hormona prohibida en la UE, pero legal en Brasil para fines zootécnicos, incluso en bovinos). «Esto tira por tierra cualquier argumento que nos den sobre reciprocidad si la propia Comisión reconoce que Brasil no puede asegurar de forma fiable que la carne de vacuno que ya se está trayendo a la UE no haya sido producida con hormonas» denuncian desde Unión de Uniones.
La organización también denuncia la situación al respecto del reglamento de deforestación. En este sentido, asegura que el Ministerio no ha sabido indicar en qué punto del acuerdo se recoge que la carne que venga de Mercosur tenga que cumplir también con este reglamento, cuando países como Brasil están en el punto de mira precisamente por esta deforestación asociada a su producción de carne de vacuno mientras la europea y estatal conviven y gestionan los bosques manteniéndolos. «Aun así nos meten en más justificaciones burocráticas sin sentido», lamenta Alfredo Berrocal, ganadero y responsable de sectores ganaderos de Unión de Uniones.
La producción de carne de vacuno en España creció un 15% en 2024.
La producción de la carne de vacuno en España creció un 15% en el año 2024 y alcanzó un total de 4.641 millones de euros, según datos del Ministerio de Agricultura. Este incremento en el valor de la producción tiene su origen tanto en el incremento del volumen (0,6% con respecto a 2023) como en el de los precios, al alza en los últimos meses. El sector del vacuno de carne representa el 17% de la producción ganadera en España. Se ha constatado también un incremento del 7% en el valor de las exportaciones, que alcanzaron los 1.650 millones de euros.
Entre los datos analizados, destaca también la tendencia a la disminución del censo bovino nacional (-2% en 2024), tendencia que también se produce en los grandes productores comunitarios y que ha ocasionado una reducción de la cabaña bovina de la Unión Europea en un 2,3%. Este descenso es especialmente relevante en algunas de las categorías más importantes, como las vacas nodrizas o los terneros, y es el responsable principal de la actual situación de mercado que atraviesa el sector, caracterizada por altos precios en las lonjas.