La Sierra del Segura rebosa agua y, sin embargo, las reservas de los embalses de cabecera situados en Albacete no se mueven o incluso bajan, lo que da pie a imágenes realmente chocantes como las que se dieron ayer en Riópar y Yeste.
La imagen positiva del día fue que los Chorros del Río Mundo volvieron a reventar, como sucede cada vez que se produce un episodio de fuertes precipitaciones acompañado de intensos vientos como los que se vivieron esta semana.
La no tan positiva fue la del Pantano de la Fuensanta, en Yeste, que ayer sólo almacenaba 14 hectómetros cúbicos de agua, un exiguo volumen que lo acerca a la situación que los técnicos denominan como embalse muerto.
El Pantano de la Fuensanta, en Yeste. - Foto: R.S,Según el último Boletín Hídrico de la Agencia Estatal de Meteorología, desde el 1 de septiembre de 2024, las precipitaciones registradas en la zona de la Sierra del Segura se mantenían dentro de los niveles normales.
En ese mismo período, en Riópar habían caído 332,7 milímetros de lluvia, según la red de control de la Confederación del Segura. En Yeste, cayeron 192,3 milímetros en Arguellite; 122,2 en Las Juntas; 147 en La Graya, 192 en la zona del Río Tus y 182,6 en las inmediaciones del embalse de la Fuensanta.
Incluso en las últimas semanas se vio cómo volvían las nieves por encima de los 1.000-1.200 metros en la Sierra. Por eso, no resulta de extrañar que, por fin, se produjera la típica estampa del reventón de la Cueva de los Chorros.
Para ser exactos, el pico de caudal en la zona de Riópar, en la estación de control que tiene la CHS en el Río Mundo se produjo entre las 14 horas del lunes y las cero horas de ayer, cuando el caudal pasó de 1,16 metros cúbicos por segundo a casi 20.
Pero toda esta agua caía sobre la Sierra no se deja notar en los embalses. El caso de la Fuensanta es el más claro, con sólo 14 hectómetros cúbicos de agua almacenados, lo que deja su nivel porcentual en un exiguo 6,6%.
Técnicamente, está a 2,2 puntos de ser un embalse muerto lo que es muy llamativo, si se tiene en cuenta que las veces anteriores que esto sucedió eran épocas de ausencia de lluvia, no de normalidad en la Sierra como la actual.