Una ceremonia emotiva y brillante. La de la entrega por parte de la Asociación Cultural Albacete en Madrid a destacados personajes y entidades paisanas de los galardones que otorga anualmente este veterano grupo de la diáspora. Tuvo lugar el pasado sábado 13, en el salón de actos de la Diputación, con presencia de todos los premiados a excepción del chef Alberto Lozano, residente en Noruega, y del escritor Ángel Antonio Herrera, por un compromiso que tenía cerrado hace tiempo. El resto, que agradecieron a la Asociación, representada por su secretario Augusto Huéscar -además de varios miembros desplazados expresamente desde la capital española- haber sido elegidos por «estos paisanos que realizan una tan impagable como ejemplar labor de promoción de la provincia y, sin lugar a dudas, son nuestros mejores embajadores», en palabras de Santiago Cabañero, presidente de la Diputación con las que cerró el evento.
El mandatario de la institución fue junto a Antonio González, director de la Fundación Globalcaja, a Huéscar -no pudo viajar Patricio Morcillo, presidente del grupo de la diáspora por un problema de última hora-, y a otros personajes que aunque residen en Albacete son socios de la Asociación como Manolo García, Víctor Varela, Fernando Lázaro y Miguel Ángel Gallardo los encargados de entregar la placa conmemorativa a cada uno de los premiados.
Antes, fue el secretario del grupo quien agradeció la asistencia de ellos, de sus familiares y amigos y del público que llenó el salón, y también el constante apoyo de la institución provincial y de la Fundación. Añadió que todos los protagonistas del evento tenían más que merecido el premio «porque en sus diversas actividades han llegado a destacar fuera de las fronteras provinciales, regionales, nacionales e incluso en algunos casos internacionales, que es lo que más nos llena a nuestro grupo». Tras la lectura del acta del 21 de febrero con el fallo del jurado otorgando los premios, comenzó la entrega de los títulos.
agradecimiento. El denominador común de las palabras de los galardonados fue también el dar las gracias a la Asociación y encomiar la labor «vendiendo Albacete que desarrolla en Madrid. Unas palabras en general de mucha sinceridad, alto nivel e incluso en ocasiones emocionadas y emocionantes. De similar guisa fue el vídeo que envió desde Noruega el chef del restaurante de lujo Huset Alberto Lozano, donde, además de los productos de la zona, tan diferentes, procura cocinar alguno de nuestros platos típicos. Su placa la recogió, casi con lágrimas en los ojos, su madre María Pilar Avilés.
Sin solución de continuidad fueron subiendo al estrado a hacerse con sus respectivos títulos individuales la bióloga Carmen Ramírez, la modista y creadora de Albacete Fashion Lola Muñoz, la especialista en té -con su conocidísima Tienda- Beatriz Parreño y el antropólogo y profesor Miguel Lucas. Y, dentro de los Distinguidos, a unos nuevos denominados Toda una vida que recayeron en Juan Ignacio Rodríguez Juanito y en Valeriano Belmonte, por haber alcanzado siempre presumiendo de la tierra los 80 años de edad.
Como entidades fueron la ONG Desarrollo Autismo Albacete, que recogió su mandatario Inocente Jiménez; el Orfeón de La Mancha -que acaba de alcanzar su primer medio siglo de antigüedad- tomando la placa su presidente José Luis González, y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de La Mancha, que fue a las manos de su gerente, José Benjamín González.
La alcaldesa de Fuentealbilla, Amparo Gómez, recogió el correspondiente a la localidad que cada año concede el grupo de la diáspora madrileña por la enorme oferta y calidad cultural. Por último, el galardón con la famosa frase del extraordinario escritor Azorín Albacete Siempre, para personajes que sin haber nacido en la provincia presumen de ella y se sienten de la tierra, como es el caso de médico, gestor y escritor Fernando Lamata de manos de Santiago Cabañero.