La Fundación ASLA (Asprona Laboral) va a poner en marcha un nuevo servicio de acompañamiento en el envejecimiento, que busca intentar alargar lo máximo la vida laboral de las personas con discapacidad intelectual y, por otro, guiarlas en el proceso hacia la jubilación, al tiempo que se buscarán alternativas de ocio para ese nuevo periodo sin ocupación.
Este nuevo recurso se enmarca dentro de un "ambicioso" proyecto denominado Apoyando habilidades, construyendo oportunidades, que busca mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad intelectual y que va a desarrollar la entidad gracias a la ayuda, financiada con fondos europeos, de más de 422.000 euros que ha recibido de la Confederación Empresarial Española de Economía Social (Cepes).
El proyecto, que se va a desarrollar en las anualidades 2024, 2025 y 2026, ha sido presentado este miércoles por el director de la Fundación ASLA, Francisco Martínez, y la responsable de Empleo y Formación de la entidad, Chari Felipe.
Además del servicio de apoyo al envejecimiento, el proyecto engloba otros tres ejes de acción principales: la inserción laboral de las personas con discapacidad intelectual, el mantenimiento de esos empleos a través de la mejora de competencias de este colectivo y, como novedad, la formación de los directivos y mandos intermedios de la fundación con el fin de fortalecer a la propia organización, en la que trabajan 270 personas.
Martínez relató que desde la fundación llevan ya tiempo trabajando en el apoyo al envejecimiento pero que hasta ahora no habían podido financiarlo. El 40% de los empleados de la fundación tienen más de 45 años, edad a partir de la cual se estima que las personas con discapacidad intelectual empiezan a sufrir más deterioros por lo que, en ciertos aspectos, se les considera ya mayores. Además, un 8,20% tienen más de 60. Ante este desafío y gracias a la ayuda, el servicio de envejecimiento va a comenzar a funcionar acompañando a diez personas que están próximas a la jubilación.
Asimismo, el proyecto incluye la elaboración de planes de acción anuales con todas las actividades que se van a ir realizando cada año; reforzar la comunicación con un plan interno y otro externo; y generar alianzas con empresas y organizaciones empresariales para fomentar el paso del empleo protegido al ordinario.
Sobre este último punto, Felipe reconoció que "es complejo", haciendo un llamamiento a la sensibilización de las empresas para la contratación de personas con discapacidad. En caso de que se les emplee, desde la fundación ofrecen un preparador laboral que les dé apoyo durante los comienzos, que se va retirando de forma progresiva.