Los trabajadores de Afepa denuncian llevar meses sin cobrar

Josechu Guillamón
-

Desde la junta gestora afirman que hay un agujero económico de unos 300.000 euros y que probablemente tendrán que cerrar el centro de la asociación donde reciben terapia unos 130 enfermos de párkinson

Ana Morcillo y Emilio Villaseñor, durante la rueda de prensa realizada esta mañana. - Foto: J. G.

La situación de la Asociación de Familiares y Enfermos de Párkinson de Albacete (Afepa) es dramática, así se ha puesto de manifiesto esta mañana en la rueda de prensa que han ofrecido miembros de la junta gestora, junto a trabajadores del centro de rehabilitación en el que reciben terapia unos 130 enfermos.

La primera en intervenir ha sido la representante de los trabajadores, Ana Morcillo, que ha pedido ayuda para "evitar el cierre del centro".

En este sentido, ha señalado que la situación actual es "muy compleja", ya que "actualmente en Afepa no existe ningún órgano representante de la misma, debido a la dimisión de la anterior junta directiva el pasado 27 de septiembre", con lo que ha quedado al frente de la misma una junta gestora. "Los enfermos y enfermas de párkinson viven una situación preocupante, en la cual no saben que va a pasar con ellos, con sus terapias, su rehabilitación y su centro".

En cuanto a los profesionales que desarrollan su labor en el centro ha afirmado que "los trabajadores estamos viviendo una situación precaria, en la cual se nos deben unas 47 nóminas, entre todos. Nóminas que vienen adeudadas desde pricipio de año, es por este motivo por el que cada cierto tiempo la plantilla de Afepa cambia por completo".

La trabajadora comentaba que en varias ocasiones "los asociados han solicitado transparencia en la gestión, debido a numerosos impagos a los trabajadores. Por otro lado, los trabajadores del centro también, en varias ocasiones, han solicitado información sobre el mismo tema, siendo evadidas y evitadas nuestras dudas por la antigua junta directiva".

Tras la dimisión de la junta directiva, la junta gestora si que se ha implicado con el tema, intentando paliar la situación, pero sólo se han encontrado con "pegas y más malas noticias".

En este sentido, el representante de la junta gestora, Emilio Villaseñor, afirmaba que la situación es "casi inviable", ya que a pesar de la falta de colaboración de la junta directiva han descubierto la lamentable situación económica de Afape, puesto que por el momento han encontrado que hay una deuda de unos 300.000 euros y que los trabajadores llevan seis meses sin cobrar.

Entre las deudas hay unos 30.000 euros de alquiler, unos 80.000 euros del pago de la obra del centro, unos 25.000 euros en electricidad o unos 60.000 euros en sueldos de los trabajadores, entre otras cosas. "Todo lo hemos encontrado sin ninguna ayuda de la junta directiva. Esto es lo que se ve, porque no tenemos acceso a los bancos, ni tenemos las claves de los ordenadores. No hay nada de información de la anterior junta directiva. Les hemos pedido información de todas las formas posibles y están desaparecidos. Nunca han presentado una memoria económica".

En este sentido, afirman que no entienden cual es el origen del agujero económico, cuando la asociación lleva 14 años funcionando sin problemas y cerró el año 2023 con un saldo de 17.996 euros en la cuenta y han recibido este año 110.687 euros en subvenciones a lo que hay que sumar las cuotas de los socios y el dinero que se paga por las terapias. "Presuntamente alguien se ha llevado el dinero. Creemos que hay más cantidades de deuda, pero no tan grandes. La junta directiva lleva 14 años con la misma presidenta (María Dolores Játiva), hasta su dimisión forzosa el pasado 27 de septiembre y no dan ninguna explicación, pero el agujero está ahí".

El próximo martes habrá una asamblea para elegir una nueva junta directiva, pero están convencidos de que con esta situación nadie se presentará. "Si nadie se hace cargo, habrá que pedir el cese de actividad y toda la gente se quedará sin terapia, porque no hay ningún centro que se dedique especificamente a ello".

Por eso piden ayuda a las instituciones para evitar el cierre del centro y que tanta gente se quede sin tratamiento. 

Ahora están en manos de los servicios jurídicos, pero si no sucede nada, "lo normal es que vayamos a un concurso de acreedores y al cierre y que los enfermos nos quedemos sin tratamiento".

 

ARCHIVADO EN: Rehabilitación, Parkinson