A punto de cumplirse cuatro años desde que se desencadenara la pandemia del coronavirus, la consulta monográfica de Covid persistente, que arrancó su andadura en todos los hospitales públicos del Sescam de la comunidad autónoma en marzo de 2021, empieza a registrar una menor actividad. Aunque persisten los síntomas entre pacientes, que mayoritariamente se infectaron en la primera ola de la crisis sanitaria, la caída en cuanto al número de consultas y frecuencia es significativa.
De hecho, la responsable de esta unidad monográfica, la doctora Carmen Olmeda, facultativo especialista en Medicina Interna de la GAI de Albacete, informó que de cuatro consultas al mes, una por semana que venía atendiendo en el Centro de Especialidades de enfermos con sintomatología propia del Covid persistente, ya durante este mes de febrero la cifra la reducirá a dos consultas, una cada 15 días.
Durante el pasado año son 336 los pacientes atendidos en la consulta de Covid persistente de la GAI de Albacete, de ellos 59 nuevas visitas, frente a los 390 de sucesivas y 153 de primeras visitas vistos un año antes en este dispositivo.
De esta cifra, la doctora Olmeda confió que se dieron 128 altas de pacientes el pasado año, una cifra algo mayor de las 124 de 2022. También la actividad que llegó a esta consulta de derivaciones de otras especialidades tanto hospitalarias como de Familia por dudas sobre la sintomatología bajó en 2023, con 43 consultas frente a 71 de 2022.
La puesta en marcha de este servicio fue pionero a nivel nacional, y si bien el objetivo que se perseguía era aumentar el conocimiento sobre la enfermedad y homogeneizar los criterios de actuación y abordaje de este tipo de pacientes, cuatro años después los pacientes que sufren Covid persistente siguen sin tener una respuesta a sus síntomas y están huérfanos de un tratamiento efectivo para combatir su invalidante enfermedad.
La fatiga muscular acompañada de dolor articular y de músculos junto con el deterioro cognitivo (niebla mental, déficit de concentración) son los síntomas que más persisten entre los pacientes que siguen en la consulta. A ellos se suman otros que tienen en común fiebre persistente asociada a la actividad física. En este último caso «se está intentando averiguar si estos enfermos activan otros virus ADN dado que la inmunidad está alterada, a los que estamos tratando con un antiviral».
Un informe neuropsicológico conjuntamente con el Servicio de Neurología, pruebas de imagen para descartar otros hallazgos que no sean Covid persistente y rehabilitación cognitiva es hoy por hoy lo único que se puede hacer con los pacientes que siguen presentando deterioro cognitivo como síntoma consecuencia de haber pasado el Covid. Muchos de ellos como consecuencia de no mejorar en su salud presentan mucha ansiedad y depresión y tienen que ser valorados por los profesionales del Servicio de Salud Mental.
En 2021 fueron diagnosticados de Covid persistente en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete 438 pacientes, a lo largo del 2022 los nuevos casos detectados fueron 153, y 59 los nuevos casos detectados en 2023, con lo que el número total de atendidos y evaluados en la consulta específica de la GAI albacetense es de 650.
A parte de síntomas comunes, cada uno eso sí con sus diferentes particularidades, estas personas conviven con síntomas que les dejó el virus y sin un tratamiento específico que haga mejorar su salud, algo que es común entre los afectados de Covid persistente de todo el país, según la doctora Olmeda, que en noviembre pasado participó en un Congreso nacional sobre esta enfermedad.
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