La zarzuela de 'La rosa del azafrán' comienza con un verso que dice: 'Aunque soy de la Mancha, no mancho a nadie'. Parece ser, por tanto, que la tradición de limpios en estas tierras viene de lejos. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha presumido hoy de ello en lo que toca a un historial mínimo de corrupción. «Esta es una región que puede decir que después de cuarenta y pocos años de ejercicio autonómico, prácticamente no ha tenido casos de corrupción», expuso, «es llamativo». Lo repitió con otras palabras:«Esta es una región muy limpia. No quisiera pasarme y venirme arriba y decir que es la más limpia, pero está entre las más limpias de Europa, sin ninguna duda».
Page hizo estas declaraciones en la puesta en marcha de un nuevo organismo autonómico que nace para que esta buena trayectoria no se tuerza:el Consejo regional de Transparencia y Buen Gobierno. Precisamente uno de los cometidos de dicho órgano será el de custodiar las declaraciones de bienes y rentas de los altos cargos de Castilla-La Mancha y representantes políticos.
Page contó que la obligación de publicar las declaraciones fue una «normativa revolucionaria» que partió de Castilla-La Mancha . «¿Eso ha evitado que alguien quiera hacer trampas?», se preguntó, «yo creo que mucho, que ha disuadido».
Fernando Muñoz toma posesión como primer presidente del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno - Foto: Javier PozoTambién ha tenido sus 'daños colaterales'. Page confesó en su intervención en el salón de plenos de las Cortes que ha tenido más de tres casos de personas a las que ha ofrecido entrar en el Gobierno y que se han negado porque implicaba dar a conocer de manera pública sus bienes. «Hubo el caso concreto de una persona que había heredado muchísimo de su familia y que tenía muy claro que no quería que se hiciera público», indicó.
El presidente de Castilla-LaMancha destacó que en la historia democrática de esta región se pueden contar «por cientos y cientos las personas con cargo público y no han tenido ni una mota de polvo, de duda sobre su honorabilidad». También cree que es significativo el número de procedimientos que se han abierto (por bajo) o los altos cargos que no han sido nunca imputados o que lo han sido y luego se ha demostrado que no tenían ninguna culpabilidad y sus casos se han archivado.
Los tres espejos de Fernando Muñoz. Este nuevo organismo echó a andar con la toma de posesión de su presidente, Fernando Muñoz, y de las dos adjuntas, Elena Carrasco y María Jesús Villaverde. En su discurso inaugural, Muñoz desveló cuáles son sus tres «espejos o referentes» en los que se va a mirar para este trabajo.
Por parte del Gobierno asistieron el vicepresidente segundo, la portavoz y el consejero de Fomento. Tampoco faltaron los presidentes del Consultivo y Cámara de Cuentas - Foto: Javier PozoEl primero de ellos es su padre, al que recordó emocionado: «Fue un hijo de la posguerra, en un tiempo que su madre, mi abuela, tenía que hervir las cáscaras de patata y naranjas para poder comer». De él recuerda varias lecciones, como aquella que le inculcó de «pobre, pero honrado» o que «el mejor sindicato o partido político es aquel que solo tiene un lema: cumplir con la palabra dada». También recuerda que le dijo que en el trabajo hay que llegar antes que el jefe y salir después.
Los otros dos espejos a los que se refirió son Jesús Fernández Vaquero, del que aprendió a «empatizar con las personas a escuchar antes que hablar» y Emiliano García-Page, con el que ha interiorizado que «el verdadero poder reside en aquel que tiene la capacidad de perdonar y ser generoso».
Con este nuevo órgano, el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, aseguró que «vamos a garantizar el acceso a la información de los ciudadanos, pero también el control de los poderes públicos». Indicó que viene mandatado por la Unión Europea y recalcó que «no comparte» a quienes «denostan» este tipo de instrumentos.