Si esto fuese un artículo sobre bolsa, en vez de uno sobre la reserva hidráulica, habría que decir que los embalses de la provincia de Albacete comienzan el año con tendencias mixtas, pero estables.
Dicho de otra forma, que pese a las tormentas, borrascas y las DANA que barrieron la provincia en los últimos 12 meses, las reservas de agua de los pantanos son algo mayores que las que había hace un año, pero sin que se pueda hablar de incrementos espectaculares ni, desde luego, que se pueda celebrar el final de la sequía.
Si, por ejemplo, se comparan las cifras que presentaban los embalses albaceteños de la cuenca del Segura el 7 de enero de 2025 con las del 7 de enero de 2024, esta situación se hace más que evidente.
De acuerdo a los datos del Boletín Hidrológico que publica el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), el embalse de Camarillas almacena esta semana 20 hectómetros cúbicos, mientras que hace un año tenía 16.
En el caso del Cenajo, sus reservas eran de 59,8 hectómetros cúbicos al inicio de la segunda semana de 2024. Ahora son de 89 hectómetros, pero eso todavía equivale a un nivel porcentual muy bajo, en torno al 20%.
En La Fuensanta y el Taibilla, las cifras apenas cambian. Si hace un año tenían, respectivamente, 16,3 y seis hectómetros, ahora son 15 y cinco. El Talave es el único embalse que presenta un balance aceptable, pues pasa de 12,3 hectómetros en 2024 a 19 en 2025; en porcentaje, es un nivel del 54,3%.
En cuanto a los embalses del Júcar, sucede algo similar. Almansa tenía 1,12 hectómetros cúbicos de agua en la segunda semana de enero de 2024 y ahora tiene 1,6; El Molinar, por su parte, pasó en el mismo período de 2,72 hectómetros cúbicos a dos.
Estas cifras concuerdan con la situación general de las demarcaciones hidrográficas del Júcar y el Segura, siempre de acuerdo al Boletín Hidrológico del Miteco. Esta semana, el nivel de reservas en la del Segura es de sólo el 21,3% y la de Júcar, del 49,9%. La reserva peninsular está algo mejor, al 51,7%, según la misma fuente.