Los dos meses más intensos de verano, julio y agosto, sumaron casi 60.000 toneladas de combustible consumido, lo que supuso un descenso del siete por ciento respecto al mismo período de 2022 y en los meses siguientes, los correspondientes al otoño se mantuvo esa tendencia a la baja, ya que entre septiembre, octubre y noviembre se consumieron en la provincia 80.986 toneladas de combustibles, frente a las 98.880 del mismo trimestre de 2022, lo que supone un 18% menos, según los datos que publica la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Por meses, en septiembre se vendieron 26.419 toneladas, frente a las 33.971 del mismo mes del año anterior, siendo con diferencia el gasóleo A, el destinado a automóviles, el producto más vendido, con casi 16.500 toneladas, más de la mitad del conjunto de las ventas. Le siguió el gasóleo B, para maquinaria agrícola, con 5.944 toneladas, mientras que del tipo C, el de calefacción, sólo se contabilizaron 709 toneladas. En cuanto a las gasolinas, de la de 95 se contabilizaron 3.211 toneladas y de la de 98 la cifra fue de 129.

En el mes de octubre se incrementaron ligeramente las ventas respecto al mes anterior, con 27.091 toneladas, una cifra que también fue inferior a la del mismo mes del año anterior, cuando se contabilizaron 33.163.

El gasóleo A fue nuevamente el producto más dispensado, con 16.168 toneladas, que fueron menos que en septiembre, motivado también porque ya finalizó parte del período estival que corresponde al noveno mes del año. El gasóleo B tuvo unas ventas de casi 6.000 toneladas, una cifra similar a la del mes anterior, mientras que el C sí experimentó un importante incremento, con 1.568 toneladas, más del doble que las contabilizadas en septiembre. En cuanto a las gasolinas, la de 95 sumó 3.191 toneladas, menos también que en septiembre, y la de 98, 131, dos toneladas más.

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