El Ayuntamiento de Almansa acaba de declarar desierta la licitación de las obras para asegurar la ladera oeste del Castillo, en las que se detectaron varias grietas que amenazan su estabilidad.
Así consta en la documentación y en el acta de resolución de este contrato, a la que tuvo acceso 'La Tribuna de Albacete'. El documento está firmado por la alcaldesa, Pilar Callado, el pasado viernes 26.
Lo cierto es que este asunto no es nuevo. De hecho, es de antes del anterior alcalde, ya que los problemas de este talud salieron a la luz en la etapa en la que Francisco Núñez era el regidor municipal.
En 2016, durante la ejecución de las obras del Proyecto de Consolidación y Recuperación del Castillo de Almansa, se detectó una grieta no vista antes en la ladera occidental del Cerro, que va «desde la placa calcárea occidental hasta las viviendas de la calle Castillo».
En 2017, debido a unas lluvias, las grietas aumentaron de forma progresiva. Es más, en la memoria técnica se indica que desde entonces «parte de la contención que constituían las calzadas realizadas a mediados del pasado siglo, han colapsado y ha caído».
Malla protectora. Por el momento, no ha habido consecuencias graves para las casas que es encuentran al pie del talud, ya que desde 2009 hay una malla metálica que impide la caída de materiales sobre los inmuebles.
Pero en la memoria técnica de la obra realizada recientemente a petición del actual equipo de Gobierno se indica que «la malla está sujetando el desplazamiento de parte de las tierras, pero de una forma inestable, ya que no se diseñó para eso».
En este documento se plantea una intervención mucho más ambiciosa, que contempla la inyección de lechada de cemento en punto clave, la retirada controlada de los rellenos más inestables, la instalación de «micropilotes» y levantar muros de contención.
Lo que se pretende, en definitiva, es de garantizar la seguridad de las casas de la calle Castillo que lindan con el talud. Como objetivo secundario, una vez garantizada la seguridad de la zona, se pretende convertirla en un área ajardinada.
El origen. En cuanto al origen último de estas grietas, el estudio encargado por el Ayuntamiento de Almansa se remonta a mediados del pasado siglo, cuando se hicieron las calzadas que conforman la ladera oeste del Cerro del Águila.
«Son unas construcciones que se hicieron a mediados del siglo XX, sin ningún criterio definido». apunta el documento, para «sujetar» el almacenamiento de los escombros producidos por la misma obra y así ahorrarse su retirada.