En la temporada 2016-17, en la que el Albacete militó en Segunda B y consiguió el ascenso a Segunda de la mano de José Manuel Aira, debutó con el equipo manchego un joven rodense todavía en edad juvenil con un prometedor futuro. Ángel Moreno Morcillo (La Roda, 1997) tuvo su oportunidad y llegó a jugar con el Alba en Segunda, pero el fútbol es caprichoso a veces y la carrera deportiva del central no pudo coger el camino necesario para consolidarse como profesional de este deporte.
Pero la cabeza del todavía joven rodense, pues tiene ahora 26 años, está muy bien amueblada y decidió volcarse en los estudios y en una pasión, la nutrición. Eso le ha llevado a montar su propia clínica en La Roda, donde trata tanto a deportistas de distintas disciplinas como a personas normales que, por diversas patologías, necesitan de sus servicios.
Este verano, debido a los contactos que todavía mantenía con el club manchego, le llegó la oportunidad de volver al Albacete Balompié al quedarse vacante la plaza de nutricionista del primer equipo y se produjo este inesperado retorno al club en el que pudo cumplir uno de los sueños de cualquier jugador, debutar en el fútbol profesional.
Preparando batidos y complementos vitamínicos en el vestuario del Albacete. - Foto: Rubén SerralléNo es fácil encontrar jugadores que desde tan jóvenes tengan claro que el fútbol es una etapa que puede ser mejor o peor, pero que tiene un corto recorrido porque antes de alcanzar los 40 se suele estar retirado y con mucha vida por delante. «El mismo año que llegué al Albacete para jugar con el División de Honor empecé el grado superior de nutrición y lo finalicé. Estar en la órbita del primer equipo no es fácil porque entrenas mucho, pero casi lo pasé en blanco así que me dio por pensar en seguir los estudios y me metí en la carrera, a distancia. No era fácil compaginar, así que me lo tomé con tranquilidad, pero logré acabar la carrera», explicó Ángel Moreno.
Con 26 años, el rodense es Técnico Superior en Dietética (TSD) por la Universidad Europea, tiene el Grado de Nutrición y Dietética y ha realizado cursos de Nutrición Deportiva Avanzada, analíticas y patologías digestivas. También ha logrado el nivel 1 de ISAK y tiene el proceso el nivel 2. La antoprometía ISAK es un sistema de mediciones corporales estandarizado por la Sociedad Internacional para el avance de la Cineantropometría.
Por ello, cuando le llegó la oportunidad de ejercer su profesión en el Albacete Balompié no se lo pensó dos veces. «Al final es el club de mi vida, donde he estado, donde más he disfrutado y donde me dieron la oportunidad de jugar en el fútbol profesional. Era una opción que no podía dejar pasar».
Este tipo de funciones, la de nutricionista, es de las diversas novedades que ha ido implementando el mundo del fútbol en los últimos años. Antes los cuerpos técnicos apenas contaban con el primer entrenador y el preparador físico, pero ahora lo forman casi más personas que la propia plantilla de jugadores. «No solo es cosa del fútbol, ha pasado en otros deportes como el running o el triatlón. Cada vez se le da más importancia a la nutrición y es algo que creo que deben tener todos los equipos en todos los deportes porque al final se nota un montón en el rendimiento y en la previsión de lesiones».
Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete (https://latribunadealbacete.promecal.es)