La Ritirata, el grupo que dirige Josetxu Obregón, cierra hoy sábado, a las 19 horas, el Festival Internacional de Música Barroca, Femuba, en el Teatro Circo. Josetxu Obregón, chelista y director, comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de este concierto, que lleva como título Antonio Caldara y el cello.
¿Qué tiene de especial Caldara?
Yo soy violonchelista y Antonio Caldara lo fue y muy bueno, además de compositor. Ha pasado a la historia como compositor de fantástica música vocal, pero no podemos dejar de lado que fue violonchelista y eso es algo que me motiva especialmente a la hora de crear programas monográficos sobre compositores que a su vez fueron violonchelistas. Por eso el grupo se llama La Ritirata, en honor a Luigi Boccherini, que fue uno de los míticos compositores violonchelistas. Siempre tengo esto en cuenta.
¿Por qué se han decantado por un monográfico?
Caldara es un compositor, muy reconocido en nuestro país, que escribió música vocal de muchísima calidad. Probablemente, una de las primeras óperas barrocas que se representaron fue de Antonio Caldara, en Barcelona, y también se ha dicho que pudo estar personalmente trabajando allí. Está claro que hay una relación importante con nuestro país y escribió varias óperas con temática cervantina, sobre Don Quijote y Sacho Panza, a las que dediqué un primer disco hace unos años. Luego, en 2020, concretamente sacamos el disco Antonio Caldara y el violonchelo, que es el que traemos en formato de concierto. Es un monográfico muy concreto, no sólo sobre Antonio Caldara, sobre la música en la que el protagonista es el violonchelo. Alguna pieza instrumental también incluimos, pero sobre todo música vocal en la que el violonchelo canta una melodía, acompañando en conjunto a voces.
¿Entre sus composiciones, digamos, más sobresalientes?
Efectivamente, en el programa vamos a escuchar algunas de sus arias típicas, como Pompe Inutili, de su oratorio Maddalena ai piedei di Cristo. No se suelen interpretar sus óperas y oratorios al completo, pero sí sus arias, que son muy bellas, como otra de sus cantatas, que incluye Aimè sento il mio core.
¿Una selección para el concierto?
El programa que hacemos de Antonio Caldara es una maravilla, de principio a final, con piezas de grandísima belleza. Es cierto, no es tan habitual hacer sus óperas y oratorios enteros, porque son obras larguísimas. Cuando hicimos sus óperas cervantinas, algunas tenían más de tres horas y otras casi cinco. Es muy habitual hacer selecciones de sus piezas más llamativas y es un compositor al que tenemos mucho cariño, por su relación con Barcelona. Pero en Austria, que es donde más tiempo estuvo trabajando, le tienen un respeto absoluto. Estuve en diciembre allí, me invitaron a hacer este programa en la Universidad de Viena y fue muy interesante ver la relevancia que tiene.
¿Un concierto que permitirá descubrir otra música, no tan frecuente en las salas de concierto?
No es el compositor barroco más popular y también es otro de los motivos de dedicarle conciertos y grabaciones, para que el público pueda descubrir un músico que, quizás no conocía y, especialmente, cuando es una música de tantísima calidad.
Vienen a Albacete, además, para clausurar el Femuba.
Sí, esto para nosotros es un grandísimo honor, poder hacer el concierto de clausura y tenemos ganas de actuar en el Teatro Circo y, además, en una formación bastante numerosa, puesto que estaremos con la soprano María Eugenia Boix y la mezzosoprano Beatriz Oleaga. Luego, la flautista Tamar Lalo, el clavecinista Daniel Oyarzábal y yo, al violoncello. Eso nos permitirá unos colores y sonoridades muy interesantes.
¿Tienen algún proyecto discográfico nuevo?
Seguimos el ritmo de un disco cada año y, recientemente, además de los discos con La Ritirata grabé un CD de violonchelo solo y ahora tenemos dos proyectos discográficos, uno de ellos está ya en posproducción.
¿Muchos conciertos?
Sí, estamos a tope, incluso en estos meses de enero y febrero, donde suele haber menos fechas y, desde luego, es estupendo que en Albacete haya un festival en enero.