Ocio diurno cuando calienta el sol

Teresa Roldán
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Los ciudadanos albacetenses huyen del calor en la época estival y el consumo en las terrazas se reduce

Una terraza, a medio gas de ocupación, a pesar de contar con nebulizadores. - Foto: José Miguel Esparcia

Practicar ocio diurno, lo que conocemos como tardeo, en Albacete al mediodía y tras la comida del mediodía  en la Zona cuando los termómetros marcan cerca de los 40 grados centígrados se antoja algo difícil. A esas horas lo que en los meses previos, en la primavera, ha conformado todo un paisaje de terrazas con aforo completo de comensales, ahora aparece como un escenario muy distinto, y eso a pesar de que algunos establecimientos hosteleros cuentan en sus terrazas con dispositivos para climatizar el ambiente y refrescar a sus clientes, conocidos como nebulizadores de agua.

Así lo indicó la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Albacete (Apeht), Begoña Garijo, que reconoció que durante los meses de verano, especialmente los fines de semana de la segunda quincena de julio y la primera de agosto, la actividad en la hostelería de la ciudad baja de manera considerable, «algo lógico porque la gente se marcha a pasar el día a las piscinas, a las parcelas, se va a la playa o se refugia en sus pueblos, y Albacete se queda vacío, no te encuentras a nadie por la calle», siendo especialmente una ciudad dormida el domingo, «donde las posibilidades de encontrar un bar o restaurante para comer en pleno verano se convierte en toda una odisea, ya que es el día en que muchos establecimientos cierran para dar así descanso a sus trabajadores».

a 40 grados. Otro elemento que, a juicio de Garijo, influye mucho en una ciudad del sureste como es Albacete es el calor, las altas temperaturas que se registran estos días, donde no terminados de acabar una ola de calor y ya estamos inmersos en otra «porque los ciudadanos con calor no salen a consumir a una terraza de hostelería», agregó.

Esta situación hace que las ventas de hostelería por el llamado tardeo bajen mucho en los meses de verano, (donde también las jornadas laborales se reducen) pudiendo llegar a descender el consumo un 50% , según las estimaciones del Apeht, sobre todo, si se compara con la antesala del verano, la primavera, que es cuando más auge tiene tradicionalmente el ocio diurno en la ciudad.

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