La tendencia de crecimiento constante de las exportaciones albacetenses, prácticamente ininterrumpida desde que remitiese la crisis sanitaria por el Covid-19, se ve ahora amenazada por un nuevo foco de incertidumbre internacional: las tensiones bélicas en el Mar Rojo que, tras producirse ataques a varios buques mercantes, han reducido el tráfico por el Canal de Suez, incrementando además sus costes.
Así lo explicaba ayer a La Tribuna el presidente de la Asociación de Importadores y Exportadores de Albacete (Adiex), Iván Torrés, quien confirmó que «la preocupación en el sector es grande, porque es un elemento más de incertidumbre que se suma a toda la inestabilidad que ya había y que complica mucho la actividad profesional».
«El canal de Suez es un punto crítico para el transporte mundial, ya que aproximadamente el 30% del comercio mundial de contenedores se produce a través de él, por tanto todo lo que está ocurriendo en el Mar Rojo afecta muchísimo a los transportes, tanto en el coste como en los plazos», proseguía Torres, detallando que «muchos barcos están teniendo que buscar rutas alternativas más largas y costosas, con un aumento de coste que se traslada a los consumidores finales, que en este caso son las empresas, y por tanto se prevé que haya un nuevo aumento de precios. Además parte del gas también se transporta por esa ruta, por lo que también tememos que los costos energéticos vuelvan a tener un nuevo incremento». Entre esas soluciones alternativas, la mayoritaria es optar por la ruta del cabo de Buena Esperanza, bordeando África, o incluso «recuperar trazados ferroviarios casi en desuso».
De acuerdo a Torres, todos esos efectos empiezan a notarse en Albacete, con un progresivo descenso en los porcentajes de mejora interanual de la exportación. «En la provincia estaba teniendo un papel importante todo lo relacionado con los bienes de equipo, uno de los sectores que mejor comportamiento estaba teniendo en cifras exportadoras y de negocio, pero es previsible que su actividad se vea alterada porque principalmente los componentes que utiliza vienen de Asia a través de esa ruta», explicó.
De concretarse el encarecimiento y los retrasos, en opinión del presidente de Adiex, «vamos a ser menos competitivos, especialmente en comparación con compañías americanas, ya que es cierto que esto nos afecta a todos por igual a nivel europeo».
Al respecto de esa afección sectorial, cabe recordar que los bienes de equipo venían siendo el grupo exportador con mejoras interanuales más considerables en los informes periódicos sobre el comercio exterior, destacando un aumento por encima del 40% en el subgrupo de máquinas y aparatos, material eléctrico y sus componentes, que había pasado a ser el tercero con más ventas al exterior de la provincia.
En términos generales, tras superar en 2022 los 1.500 millones de euros en exportaciones por primera vez, las ventas albacetenses habían seguido al alza durante todo 2023, manteniendo una mejora de casi el cinco por ciento en las cifras acumuladas de los 10 primeros meses del año, en lo que se alcanzó un volumen de 1.238 millones de euros.
Al respecto y a la espera de conocer los datos definitivos del pasado año, Torres matizaba que «hasta octubre las exportaciones ya estaban mostrando una tendencia hacia abajo, a la que hay sumar los efectos de la sequía y otras lluvias inoportunas en el sector agrario. Como tendencia general, las exportaciones se estaban reduciendo y ahora tenemos que ver en qué medida se nos van a encarecer las importaciones, un factor que hace las perspectivas sean grises para 2024».
«Está por comprobar que a final de año tengamos una variación positiva con respecto a 2022, pero eso no quiere decir que no se haya sido capaz de resistir de una buena forma, porque las expectativas para 2023 eran menores de lo que luego han mostrado las cifras», destacaba en cualquier caso el presidente del colectivo empresarial, remarcando su convencimiento de que «eso habla de un trabajo bien hecho de las empresas de la provincia, porque la profesionalidad es cada vez mayor y también la voluntad de abrir nuevos mercados, ya que diversificar en la exportación es fundamental para no depender de países muy concretos. «Que los destinos principales sean europeos ayuda debido a su estabilidad no quiere decir que se deje de buscar nuevos destinos», añadía.
Con todo ello, y antes de poder hacer ese balance definitivo de 2023, señalaba que «en líneas generales las cifras han sido buenas, con comportamientos distintos en cada sector e incluso con diferentes resultados dentro de estos, ya que, por ejemplo, hay productos agroalimentarios que han tenido muchas dificultades mientras que el queso manchego ha tenido un año muy bueno».
Mirando ya al futuro más cercano, Torres ve nuevas oportunidades de negocio en 2024. «El año que viene debe ser una oportunidad importante para todo lo que tenga que ver con energías alternativas, bien sea el hidrógeno verde o bien esas empresas que el Gobierno regional anunció que iban a instalarse tanto en la región como en la provincia», indicó, señalando también «las posibilidades del sector aeronáutico, si el clúster de Albacete empuja con fuerza».
«Veremos si esas realidades se plasman y de qué manera empiezan a cambiar el reparto de actividad, ya que son sectores vinculados a altas tecnologías de alto valor añadido que podrían tener una alta influencia en las exportaciones y la situación económica general de la región», añadía.
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