Sergio Serrano afrontó una temporada accidentada

Pedro Belmonte
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El matador de toros albacetense tiene infinidad de deseos para el 2024, y los suyos son «principalmente salud para los míos y para mí y también para el toro, que le hace falta»

Sergio Serrano afrontó una temporada accidentada - Foto: Alcolea

El matador de toros albacetense Sergio Serrano ha cumplido una temporada difícil, ya que, al no verse anunciado en Madrid, le ha resultado complicado poder sumar festejos, algo que suele ocurrir en cada temporada, pues los que no hacen paseíllo en la primera plaza del mundo, parece que no existen para el toreo, lo que dificulta el transcurso del año, en esta ocasión además sin apoderado, otra traba más para conseguir estabilidad y además accidentada. A pesar de los contratiempos, el torero sigue al pie del cañón, entrenando y convencido que debe llegar su momento, y para cuando llegue, como siempre, estará preparado.

«En realidad ha sido una temporada accidentada desde el primer momento, pero tiene que haberlas porque forman parte de la trayectoria de cada uno y todas no pueden ser como uno quisiera».

No ir a Madrid complica las cosas. «Ha sido muy duro y ha marcado la temporada. No estar injustamente en Madrid no es grato para nadie, sobre todo cuando vienes de recibir un premio el año anterior por tu actuación, un premio importante en la plaza que todos soñamos».

Como si hubiese tenido que purgar algún pecado. «Yo estoy tranquilo con lo que hago y con lo que soy y si esto se debiese a ajustar cuentas, habría que preguntárselo a otros, no a mí».

A pesar del número de festejos, se ha sentido bien. «Ha sido una temporada cortita y accidentada desde el primer momento. Una cornadita en Hellín, en la primera del año, luego me rompí un dedo en Daimiel y la tercera fue en Albacete y la que se suspendió también en la feria, por lo que ha sido una temporada dura y accidentada, pero que le vamos a hacer, hay que superar también estas cosas y por supuesto que Madrid ha marcado mucho el año, porque no estar en Las Ventas y como está ahora el toreo, te puede hacer daño».

Y además se suspende la corrida del 17 en Albacete. «Una de las corridas que mayor expectación había levantado del abono era la de Victorino en la que estábamos anunciados Escribano, Pinar y yo, sin duda por el resultado de los años anteriores, una de las corridas estrella, siendo el triunfador de la feria varios años consecutivos gracias a esa corrida, con esos toros. Tienes muchas esperanzas en esa tarde, pero también es verdad que cabe la posibilidad de que se te pueda suspender un festejo, en este caso por el agua, pero que le vamos a hacer».

Tras la oreja del primer día, los aficionados esperaban la ultima tarde. "La verdad es que el ruedo estaba impracticable y era imposible torear esa tarde y no por los toreros que podríamos haber decidido echarla adelante, pero están las cuadrillas y la verdad es que era inviable. ¿Qué se podrían haber hecho cosas?, no sé, pero la realidad es que quedará como una anécdota más y agua pasada no mueve molino. Le tenía puestas muchas esperanzas a esa tarde, pero alguien dijo que «lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible», no tenía que pasar y no sucedió».

Es una pena que un torero con la madurez y trayectoria de los últimos años se quede sin toros. «Todo esto forma parte de como está el mundo del toro y no hay que volverse loco, pues ya sabemos como está, no solo el toro sino todo el mundo en general, pero fastidia que después de tres años muy buenos, los dos últimos mejores, llegue el 2023 y ocurran estas cosas. Forma parte de las decisiones de cada uno y lo que debe acontecer, pero es el precio que a veces hay que pagar por respetar y seguir tu camino y tu manera de ser. Cuando no me gustan algunas cosas, no me muevo y lo he hecho siempre, porque el camino recto es difícil, lo seguía, con las consecuencias de no torear y ese ha sido mi estilo de vida. He tenido ofertas para apoderarme y no lo he visto, pensando que no me llevarían a ningún lado y seguir con la fuerza de mi espada y muleta, que es en lo que siempre he creído. Lo demás es que al estar solo cuesta mucho más y si le sumamos las cosas que han venido en contra, ha sido una temporada dura en mi carrera, pero me ha enseñado algunas cosas».

Fundamental el apoderado. «Hay que tener a alguien que te permita estar centrado en lo tuyo, en tu temporada y que sepa como tocar y a donde dirigir tu carrera, pero es verdad que este mundo del toro todos sabemos como está, el más honrado es el propio toro y es el que peor acaba, pero como he dicho antes, hay que serte fiel y respetarse a uno como persona y sobre todo a la profesión. Llevo tomadas algunas decisiones que pueden ser duras y que a lo mejor van en contra de los vientos que te empujan, pero hay que ser fiel a uno mismo, que a la larga, te hace seguir tu camino y recibir el respeto de la profesión».

Todo eso conduce a la felicidad. «Soy feliz tomando esas decisiones, de lo contrario no lo haría. Mi felicidad y manera de ser, a veces conlleva momentos duros y dudas si lo estás haciendo bien, pero a la larga, ser fiel a ti mismo, te lleva a la felicidad y como decía el maestro Dámaso González «mi palabra vale más que mi vida».

¿Apoderado a la vista? «En ello estamos y así seguimos esta temporada. Sigo esperando, pero no soy de prostituirme y hacer cosas en las que no creo, por lo que ojalá y salga pronto, porque es muy duro luchar solo pero también es mejor solo que mal acompañado».

Deseos para el 2024. «Principalmente salud para los míos y para mí y también para el toro, que le hace falta. Cuando uno tiene sus manos y la capacidad necesaria para luchar, hay que dar gracias todos los días».