Desde hace más de tres lustros Juan Miguel Gualda no ha cesado de realizar esculturas en metal de diverso formato y confiesa a La Tribuna de Albacete que dedica todo los días parte de su tiempo libre a cultivar esa vocación artística en su taller de Valdeganga.
¿Cuántos años lleva elaborando estas creaciones?
Desde muy pequeño me interesó todo lo relacionado con el mundo del arte, también la música, aunque lo que más me llena es realizar estas creaciones en metal. Soy auxiliar de enfermería y he trabajado como responsable de empresas de seguridad en Madrid, pero mi pasión es la escultura, en la que me he formado de manera autodidacta, y mi sueño sería poder dedicarme de lleno a ella.
¿Siempre ha trabajado en metal?
Sí, las últimas que estoy haciendo son de gran formato, tengo un caballo y un águila a tamaño real, un Don Quijote de la Mancha de dos metros y medio que posiblemente se quedará en Valdeganga, tras el visto bueno del equipo de Gobierno municipal, y lo último que he hecho es un león africano también de tamaño real; no obstante, también tengo otras piezas más pequeñas, con las que llegué a presentarme a concursos en La Roda o Alicante, por ejemplo instrumentos musicales.
Comencé con material reciclado: chapas, varillas, tornillos... pero la mayor parte de mi producción la realizo actualmente en chapa acerada, a la que posteriormente le aplico una capa de imprimación y pintura plástica, incluso a alguna le he dado un tono óxido, por ejemplo un revólver que presenté a un certamen y en la que quise transmitir un mensaje para erradicar las armas en el mundo.
¿Ha llegado a exponer parte de su producción?
Sí, en el Ayuntamiento de Valdeganga llegué a exponer mis obras hace dos años junto a una pintora, Auri Gualda, una muestra que tuvo una gran acogida; ahora mismo también ha habido un par de salas de Albacete que me han propuesto exponer mis esculturas, pero la verdad es que el transporte y montaje es algo complicado por las dimensiones de las piezas.
¿Suele trabajar también por encargo?
La verdad es que algún encargo me va saliendo, temáticamente lo que más hago son animales, pero he hecho por encargo algún barco velero e instrumentos musicales, siempre con un estilo marcadamente realista. Mis amigos y familiares suelen comentarme con ironía que un día tendré que dejar mi casa por el elevado volumen de esculturas que he reunido durante los últimos años; tengo el taller justo al lado, en una nave, y de ahí salen todas estas creaciones, porque intento dedicar tiempo todos los días, incluso quitándome horas de sueño, porque durante la noche es cuando más producción hago, ten en cuenta que las esculturas de gran tamaño pueden llevarme un par de meses de trabajo desde el primer boceto hasta realizar la estructura con tubos y pletinas y posteriormente el trabajo con máquinas de corte por plasma con lo que voy dándoles forma.
¿Alguna referencia desde el punto de vista artístico?
Admiro mucho a un escultor de forja tradicional toledano llamado Ramón Recuero, que imparte también cursos de iniciación a la forja. Quiero pensar que la mano del artesano es capaz de ser más exclusiva que la industrial pudiéndose apoyar en la industria todo lo que quiera, de esta manera mis trabajos son individualizados al gusto y sensibilidad de cada cliente que así me haga un encargo.
La escultura se ha convertido en un vehículo para canalizar todas esas inquietudes artísticas, para mí es una forma de expresar lo que siento y ya no concibo dejar de dedicarme a ello.