«En ningún momento me he planteado dejar la Alcaldía»

I.M.
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El balance que hace la 'popular', Manuela Garrido, de su primer año como alcaldesa de Tobarra es agridulce en lo personal una vez se hizo público que había dado positivo en un control de alcoholemia y, ya en lo político, está contenta con lo hecho.

Manuela Garrido, alcaldesa de Tobarra. - Foto: M.G.

La popular Manuela Garrido hace balance de su primer año como alcaldesa de la localidad albacetense de Tobarra y a la que accedió, como es conocido, gracias al acuerdo que el PP alcanzó con Plataforma Ciudadana. No obstante, dice, ha sido un primer año de mandato agridulce y no sólo porque se conoció que había dado positivo en un control de alcoholemia y que el tema está en los tribunales sino también porque, a raíz de este suceso,  desde las filas socialistas se llegó hablar incluso de presentar una moción de censura. 

En junio de hace un año, Manuela  Garrido, tomaba posesión como primera edil del Ayuntamiento de Tobarra tras el pacto que se alcanzó con Plataforma Ciudadana. No obstante, ¿qué balance hace Garrido de su primer año como primera edil tobarreña?

De mi primer año como alcaldesa tobarreña el balance que puedo hacer es un balance totalmente agridulce. Soy una alcaldesa nueva en todos los sentidos, además, de que nunca había trabajado antes en una institución pública. Mi primer año  no ha sido fácil, ni lo está siendo ahora pero sigo teniendo mis valores, mis retos y sigo teniendo la fuerza para cumplirlos.

En un año el Ayuntamiento con Garrido a la cabeza habrá hecho diferentes cosas pero, no obstante, quedaran otras por hacer. ¿Cuáles son los retos que tiene?

Por supuesto que hay cosas que siguen igual a como estaban y otras, por supuesto, que se están mejorando. Uno de los retos que más se ponen por delante en Tobarra tienen que ver precisamente con el propio Consistorio, con el propio Ayuntamiento. Hemos tenido que cambiar puestos  y renovar algún personal y todo esto es complicado, máxime cuando casi todos los concejales entramos totalmente de nuevas, entre ellos, los cuatro que estamos liberados; yo y otros tres ediles más.

El trabajo está siendo duro pero esperemos que llegue a ser gratificante para mi pueblo y para los vecinos. Los vecinos son los primeros pero igualmente pensamos que si dentro se trabaja mejor evidentemente fuera se va a notar. Hay que hacer primero unas cosas para luego seguir con otras.

 Llevamos un año y creo que, además,  ha sido satisfactorio. Creo que estamos llegando a hacer muchas cosas. Tuvimos que hacer un pacto para gobernar pero estoy orgullosa de la gente que me acompaña.

¿Cómo se encontró entonces el Consistorio tobarreño?

Las facilidades que me dieron se puede decir que fueron más bien muy pocas.

Faltaba información y los ordenadores estaban formateados y a nosotros, en consecuencia, lo que nos ha tocado ha sido reunir datos, revisar todo tipo de convenios y todo tipo de contratos, por ejemplo, de alquileres de recintos y otras zonas que son propiedad del Ayuntamiento. 

Todo está siendo, en definitiva, un trabajo de chinos, como se dice coloquialmente, pues no ha tocado ir mirando cosa tras cosa, no en vano, había más de una  que estaban cumplidas o pasadas de fecha.

¿Cómo es la relación que tiene con  la formación con la que pactó para ser alcaldesa?

La verdad es que la relación es  buena. Pertenecemos a dos partidos un poco distantes pero la intención de unos y otros aquí en Tobarra es la misma, es decir, la mejora de nuestro pueblo, su resurgir después de  haber estado mucho tiempo  abandonado. En este sentido nos hemos llegado a encontrar hasta subvenciones que no se han aprovechado en su totalidad e incluso presupuestos que no son reales. 

¿Y con los socialistas?

Los socialistas intentaron  aprovechar lo del positivo para echar a la alcaldesa desprestigiándola directamente. Y lo intentaron valiéndose de un motivo que no es verdadero y que está en los tribunales. 

Ahora mismo las relaciones con el PSOE son un poco más tensas. Lo mismo que en los plenos el ambiente que se respira es más bien regular. En los pueblos nos conocemos todos y mucho y, desde luego, hay cosas que no se deberían sacar, pero se sacan, aunque añadiré que en general se puede decir que todos trabajamos sin recelos. 

En su primer año como alcaldesa  también ha sido el año en el se conoció  que había  dado positivo en un control de alcoholemia e incluso se habló de amenazas y de la posible presentación de una moción de censura. ¿Este asunto le ha pasado factura personal y políticamente hablando, o no?

Políticamente en Tobarra hemos tenido y tenemos algunas cosas que están en los juzgados y personalmente del tema del positivo y del control de  alcoholemia no quiero hablar más, aún prefiero que un juez decida. 

Y personalmente, claro que me ha influido. Han ido a hacer daño y lo han hecho. Yo no me he enfrentado directamente a nadie, ni es mi intención y desde luego el atropello mayor me lo he llevado yo totalmente. En ningún momento me he planteado dejar  la Alcaldía pese al revuelo que se montó con el control de alcoholemia. El pueblo confío en mí, fuimos la lista más votada y creo que tenemos que dar la talla pues para eso hemos entrado. Siento que  tengo el apoyo de todo el pueblo.

Ya para finalizar, ¿qué es lo próximo que se ha planteado  como primera edil,  lo más inmediato?

Ahora mismo entramos de lleno en el periodo de fiestas. Tenemos San Roque y todas las fiestas de las pedanías. Tenemos un plan de empleo con 29 trabajadores y con los que estamos arreglando pedanías, espacios y caminos  a fin de poder hacer precisamente las  fiestas en condiciones. Esperamos,  además, poder sacar alguna ayuda de la Diputación en pro de arreglar aquello que se vio muy afectado por las últimas tormentas y lluvias y como pasó con más de uno de estos caminos. Por lo que se ve las ocho personas que conformamos el gobierno municipal estamos continuamente moviéndonos y  defendiendo las áreas que tenemos asignadas 'a muerte'.

A pesar del balance agridulce que puedo hacer en lo personal, de mi primer año como alcaldesa estoy contenta  y no me arrepiento.